El presidente francés, François Hollande, finalizó en la sala Bataclan las conmemoraciones oficiales celebradas hoy en los diferentes escenarios de los atentados yihadistas que hace un año causaron la muerte de 130 personas y heridas a varios cientos.
Hollande, que llegó a Bataclan a las 11.00 locales (10.00 GMT), repitió ante la fachada de esta sala de conciertos el mismo esquema sobrio que había comenzado dos horas antes en el Estadio de Francia, que fue cronológicamente el primer lugar donde se produjeron los ataques.
Primero descubrió una placa conmemorativa de la masacre, luego un hombre y una mujer leyeron los nombres de las 90 personas que fueron asesinadas allí, puso una corona de flores y se guardó un minuto de silencio.
El jefe del Estado, que estuvo acompañado en ese acto por la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, y a más distancia por buena parte de los miembros de su Gobierno, saludó a continuación a allegados y familiares de las víctimas que se habían acercado, en una mañana fría y con una lluvia fina intermitente.
También conversó brevemente, para manifestarles su reconocimiento, con algunos de los profesionales que intervinieron la noche de los ataques: policías, bomberos o sanitarios.
El homenaje en Bataclan estuvo rodeado de férreas medidas de seguridad, con barreras resguardadas por agentes con metralletas, que obligaban al poco público presente a presenciar el acto a varias decenas de metros.
Una situación que se había dado poco antes en las terrazas de los bares y restaurantes de los distritos X y XI de la ciudad donde el comando de terroristas tiroteó o hizo explotar sus cinturones de explosivos ese 13 de noviembre por la noche (Carillon, Petit Cambodge, Bonne Bière, Comptoir Voltaire y Belle Équipe).
Todo había comenzado en el Estadio de Francia, igualmente con una placa descubierta, una corona de flores y un minuto de silencio en recuerdo de Manuel Dias, el conductor de autobús de origen portugués que murió fuera del campo de fútbol cuando uno de los yihadistas se hizo saltar por los aires con su cinturón de explosivos.
El hijo de esta primera víctima leyó el único discurso de estas ceremonias oficiales, y aprovechó para insistir en que no quería que el recuerdo de su padre estuviera teñido por el odio, siguiendo los consejos que le dio en vida.
Un discurso que terminó con una proclama clara: "¡Viva la tolerancia, viva la inteligencia, viva Francia!".
HOMENAJE EN LA SALA BATACLAN
La del Bataclan, donde murieron 90 personas y varios cientos resultaron heridas, será la más larga pero en principio debe terminar antes de mediodía.
La sala de conciertos reabrió anoche sus puertas por primera vez desde los ataques yihadistas con un concierto del músico británico Sting cargado de emotividad para los cerca de 1.500 espectadores, y no exento de una polémica con los "Eagles of Death Metal".
Dos miembros del grupo de rock estadounidense, que fue el que tocaba en el Bataclan el 13 de noviembre de 2015 cuando irrumpieron los terroristas, intentaron entrar a la actuación de Sting, pero la dirección de la sala los echó, según la versión de su gerente, Jules Frutos.
La razón de ese incidente -desmentido por los "Eagles of Death Metal", que negaron que el cantante, Jesse Hughes, hubiera tratado asistir al concierto- fueron las declaraciones hace unos meses del líder del grupo, en las que afirmaba que algunos vigilantes del Bataclan escaparon en lugar de ayudar a los espectadores, y que hicieron eso por ser árabes.
Los homenajes continúan durante toda la jornada en París, y así se ha organizado una concentración frente al Ayuntamiento del distrito XI -donde está ubicado, entre otros, el Bataclan- con una suelta de globos para "representar simbólicamente en su conjunto y en su diversidad" a todas las víctimas.
Francia vive en estado de emergencia desde la misma noche de los atentados de París -fue una de las primeras medidas anunciadas por Hollande- y la situación va a prolongarse en 2017 al menos "unos meses" ante la campaña de las elecciones presidenciales y legislativas en primavera, según explicó Valls en una entrevista a la "BBC".