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Asalto a la democracia en Brasil. Los simpatizantes radicales de Bolsonaro no aceptan el triunfo de Lula y han asaltado las instituciones el Palacio Presidencial, el Congreso y el Tribunal Supremo. Las autoridades han recuperado el control, aunque hay al menos 46 heridos y centenares de detenidos. Bolsonaro ha condenado de manera tibia la actitud de los radicales, y el presidente Lula ha asegurado que los responsables serán identificados y castigados. El Supremo suspende al gobernador de Brasilia tras asalto de bolsonaristas.

"300 detenidos. Las investigaciones siguen hasta que el último integrante sea identificado", informó la Policía Civil de Brasilia, que en el anterior balance había informado de 170 arrestados en flagrante.

La institución señaló que los detenidos "están siendo identificados" y se les está tomando declaración dentro del proceso que "investiga todos los actos criminales ocurridos" en la tarde de este domingo en la capital brasileña.

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Antes, el ministro de Justicia, Flávio Dino, avisó en una rueda de prensa que el número de detenidos por el intento de golpe de Estado contra Lula puede aumentar "en las próximas horas".

El ministro informó además de que decomisaron "40 autobuses" que llegaron a la capital brasileña en las últimas horas con cientos de bolsonaristas radicales y que identificaron a los "financiadores" que hicieron posible esos viajes desde distintos puntos del país.

Asimismo, denunció que "todavía hay personas en Internet hablando de dar continuidad a los actos terroristas" y, en este sentido, anticipó que habrá operaciones policiales contra esos individuos."¡Esto es terrorismo! ¡Es golpismo!", exclamó.

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Miles de bolsonaristas entraron de forma violenta en las sedes del Parlamento, la Presidencia y el Supremo, y causaron graves daños en el interior de los mismos durante cuatro horas, hasta que las fuerzas de seguridad actuaron para dispersarlos.

Dino indicó que gobernadores de otros estados brasileños están "cediendo" agentes policiales para "fortalecer la seguridad del Distrito Federal" en los próximos días.

También dijo que pedirán a las Fuerzas Armadas el uso de tropas para apoyar esas labores.

"No vamos a aceptar el camino de la criminalidad para hacer lucha política en Brasil", aseveró Dino.El ministro de Justicia también recriminó la actuación de las autoridades del Distrito Federal de Brasilia y advirtió de que serán investigadas posibles "omisiones" en el intento de disuadir a la multitud de radicales bolsonaristas.

Por su parte, el presidente Lula decretó la intervención federal del área de seguridad de la capital brasileña.La medida, que estará vigente hasta el próximo 31 de enero, implica que los cuerpos y fuerzas de seguridad de Brasilia pasarán ahora a estar bajo control del Gobierno central.

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Los hechos, condenados de forma unánime por la comunidad internacional, ocurrieron exactamente una semana después de que Lula asumiera la Presidencia de Brasil.

El episodio vivido hoy en Brasilia recordó a la invasión del Capitolio de Estados Unidos ocurrida el 6 de enero de 2021 por parte de simpatizantes del expresidente Donald Trump, quien guarda una relación de amistad con Bolsonaro.

El Partido de los Trabajadores (PT) denunció este domingo que bolsonaristas radicales están bloqueando la distribución de combustibles en el estado de Paraná, en el sur del país.