El gremio del taxi se ha reunido en la capital con el objetivo de pedir la regularización del sector en una manifestación marcada por el lanzamiento de bengalas y el ataque a otros compañeros de profesión que se encontraban trabajando en ese momento arrojándoles huevos.
Según la organización de la manifestación, en torno a unos 5.000 taxistas procedentes de todo el territorio nacional y de pasíes como Francia, Portugal y Bélgica se han dado cita en la madrileña plaza de Colón contra los informes publicados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Los taxistas se han manifestado para denunciar las tácticas de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) para desregular y privatizar el servicio público del taxi y entregarlo a grupos de presión y multinacionales de la "falsa economía colaborativa".
De prosperar la pretensión de la CNMC, que en enero pasado amenazó al Gobierno con impugnar ante los tribunales la normativa que regula la actividad de las empresas de vehículos de alquiler con conductor (VTC) si no la modifica, los taxistas previenen a los usuarios de "subidas de precios y precarización de condiciones laborales".
Si se privatiza el servicio, advierten de que empresas como Uber pronto se convertirán en un oligopolio que controlará la movilidad urbana y subirá precios a su antojo en un mercado cautivo de sus plataformas.
Al término de la manifestación, convocada por la Federación Nacional del Taxi (Fedetaxi) su presidente, Miguel Ángel Leal, leyó un comunicado ante la sede de la CNMC en el que se asegura que los taxistas no se van a dejar "sustituir por empresas que ahora hacen rebajas pero luego cuando llueve, es de noche o hay pocos taxis cobran el doble o el triple al usuario".
"Cuando han acabado con el taxi, llegan a cobrar hasta 20 veces más por cada trayecto", insistió. Unos 5.000 manifestantes, según la organización, han protestado contra lo que consideran "una agresión injusta y especulativa" a un servicio público para convertirlo en un oligopolio de las multinacionales a las que la CNMC "ampara como si fuese su socio en el expolio a 100.000 familias".
"Quieren mandar a 70.000 empleos autónomos al limbo y sustituirlos por trabajadores precarios y sin derechos", que tendrán que pagar un impuesto revolucionario del 20 % de cada uno de sus servicios y de su facturación a estas redes que "nos venden como modernas pero que son los negreros y esclavistas de siempre", lamentó Leal.
Tras reconocer que no todas las asociaciones han respaldado la protesta, Leal hizo un llamamiento a la unidad del sector, invitándolas a estar "con quienes dicen representar y dejar de enredar y negar la evidencia".
Fedetaxi se está entrevistando estos días con los grupos políticos en el congreso "para que pongan frenos a la CNMC, que ha dejado de respetar incluso las normas establecidas por nuestros legisladores", y ya cuentan con los apoyos del PSOE y Podemos, a los que probablemente se sumará esta tarde el PP, con el que Leal tiene previsto reunirse.
La patronal entregó, asimismo, un escrito al presidente de la CNMC, José María Marín Quemada, en el que le insta a "cesar en estas actuaciones y a enfocar el asunto de una manera conciliadora de los intereses generales de ciudadanos, taxistas y usuarios".
En el mismo, le acusa de servir de "ariete a las multinacionales que precisan un número determinado de autorizaciones VTC aún no existentes en el mercado para poder hacerse con el control comercial del mismo".
Marín Quemada ha justificado recientemente la decisión de Comisión con que el sector del taxi tiene una regulación "excesiva" y es necesario que se adapte a los nuevos tiempos, "ya que en muchas ciudades de Europa hay fórmulas alternativas de transporte".