Los ataques de los inversores no han cesado hoy y han provocado la escalada de las primas de riesgo de varios países europeos y el desplome de las principales bolsas de Europa, a pesar de la dimisión del primer ministro italiano Silvio Berlusconi.
A juicio de los expertos consultados por Efe, las ventas masivas tanto en los mercados de deuda como en los de renta variable trasladaron el "mensaje claro" de que no vale sólo con cambiar al jefe de un Ejecutivo, sino que urgen a anunciar y aplicar reformas que reconduzcan la situación cuanto antes.
Por eso, ni la llegada al poder en Italia de un tecnócrata, concretamente el ex comisario europeo Mario Monti ha sido encargado para formar gobierno, ni el inminente relevo en la Presidencia del Gobierno español, ante las elecciones del próximo domingo, han servido para reducir la presión sobre Europa.
El foco parece haberse puesto sobre las dos grandes economías del sur de la región, con lo que han obligado a Italia a pagar hoy el interés más alto desde 1997 para colocar 3.000 millones en bonos a cinco años, antesala de una subasta de letras a 12 y 18 meses que celebra mañana el Tesoro español.
Una vez más, los inversores optaron por desprenderse de deuda periférica, especialmente italiana y española, provocando que la rentabilidad del bono a 10 años del país transalpino subiera hasta el 6,70 % y en el caso del español, al 6,11 %.
Esos altos intereses contrastan con el de la deuda alemana, que cayó hasta el 1,78 % por la fuerte demanda de los inversores, lo que amplió el sobrecoste de comprar bonos italianos y españoles en vez de germanos, considerados los más seguros.
De esta forma, la prima de riesgo de Italia subió hasta 492 puntos básicos, frente a los 456 a los que cerró el viernes, mientras que el diferencial de España batió un nuevo récord desde la implantación del euro, al llegar a 432 puntos básicos, muy por encima de los 396 con los que terminó la pasada semana.
Aunque en menor medida, subió también la rentabilidad de los bonos griegos, belgas, austríacos e incluso franceses a diez años y por tanto, el diferencial de todos estos países respecto a Alemania.
La prima de riesgo de Grecia llegó a 2.666 puntos básicos; la de Bélgica, a 281 puntos básicos y la de Austria, a 163 puntos básicos, ambas en máximos históricos desde que nació el euro, que sin embargo se mantiene sin apenas cambios en 1,36 dólares.
Ni siquiera Francia se libró de la desconfianza de los inversores y el rendimiento de sus bonos a diez años se elevó hasta el 3,42 %, con lo que el diferencial se amplía hasta 164 puntos básicos.
Sólo al inicio de la sesión los mercados de deuda y renta variable celebraron tímidamente la marcha de Berlusconi y el nombramiento de Monti como primer ministro del país transalpino.
Se interpretó con ello que aplaudían en parte el cambio de líderes, al igual que días atrás parecían haber hecho cuando Lukás Papadimos tomó las riendas de Grecia.
Sin embargo, apenas dos horas después de la apertura de los parqués, la subasta italiana de bonos sembró el pánico entre los inversores y la mayoría de las bolsas europeas comenzaron a adentrarse en el terreno negativo arrastradas por los bancos, y al final de la sesión, el parqué español fue el peor parado.
El índice Ibex de la Bolsa de Madrid cayó un 2,15 %, mientras que el del parqué de Milán, FTSE MIB, se dejó un 1,99 %.
El DAX 30 de la bolsa de Fráncfort también terminó la sesión con pérdidas de un 1,19 %, y el FTSE 100 de Londres retrocedió un 0,47 %
El PSI-20, el principal índice de la Bolsa de Lisboa, cerró con una caída del 0,60 por ciento.
Tampoco ayudó la canciller alemana, Angela Merkel, quien defendió hoy ante su partido la necesidad de ayudar a los socios de la UE en apuros, "porque sus problemas son los nuestros", aunque sin dejar su apuesta por las sanciones automáticas a quienes no se ciñan a la disciplina ni abrir la puerta a la emisión de eurobonos.
Poco después del cierre de los mercados, el nuevo primer ministro de Grecia aseguró que el Gobierno de unidad nacional aplicará los compromisos alcanzados con sus acreedores para poder seguir recibiendo ayuda económica internacional.
"La principal tarea de este gobierno -afirmó- es aplicar las decisiones de la cumbre" de la UE del pasado 26 de octubre, dijo Papadimos al abrir con su intervención un debate parlamentario que culminará el miércoles con un voto de confianza al nuevo Ejecutivo respaldado por socialdemócratas, conservadores y ultraderechistas.