El hombre que "abandonaba" a los caballos

  • Se dispara el abandono de caballos por la crisis y acaban en el matadero

La crisis ha disparado el número de equinos que terminan en el matadero. Muchos proceden de explotaciones ganaderas pero otros están abandonados a su suerte.

Yiyo y Bandolero llevan sin ver a sus dueños un año. Son dos caballos que están abandonados en la hípica Golega, frente al PAU de Montecarmelo. Su responsable, Luis Francisco Giménez, asegura que ha llegado a tener a su cargo hasta a 6 equinos. Son animales que sirviéron en su tiempo de mascota pero que "con la crisis la gente los abandona porque no pueden mantenerlos" asegura Luis Francisco. Entre la alimentación, el pupilaje, los cuidados veterinarios y el cambio de herraduras, el mantenimiento de uno de estos caballos pueden llegar a costar hasta 600 euros al més. Junto a la hípica de Luis Francisco, en Valdelatas, campan a sus hanchas una manada de unos 14 caballos. Aseguran que no se les conoce dueño, pero el hierro grabado a fuego en el lomo de los equinos, delata a su propietario.

Ahora están abandonados y algunos vecinos de la zona denuncian el peligro que ello conlleva puesto que estos terrenos se encuentran junto a vías como la M-40 o la carretera de Colmenar.

Según los profesionales del sector, ante la imposibilidad de su manutención, muchos propietarios llevan a estos animales directamente al matadero. Durante los dos últimos años se han disparado un 70 por ciento los sacrificios de estos animales, se matan unos 5.000 caballos al mes para consumo humano. Manuel González, secretario general de la Asociación Profesional de Salas de Despiece y Empresas Cárnicas, asegura que prácticamente el 99 por ciento de los caballos que llegan al matadero proceden de explotaciones ganaderas. La mayoría de la carne se dedica a la exportación porque, conscientemente, cada español consume al año 200 gramos de carne de caballo