Un trabajador con un sueldo medio de 24.400 euros brutos al año dedica 184 días de trabajo al año al cumplimiento de sus obligaciones tributarias para sostener el Estado del Bienestar y en empezar a generar ingresos para su propio disfrute, según el think tank Civismo. Concretamente, este trabajador necesitaría 102 días de trabajo para pagar las cotizaciones a la Seguridad Social, 41 días para el IRPF, 25 para hacer frente al IVA, 11 para cubrir los impuestos especiales y, finalmente, 5 días para pagar otros impuestos.