Las pérdidas por impagos rozaron en 2010 los 27.000 millones de euros, cinco veces el importe estimado que España deberá aportar para el rescate de Portugal, según el Índice de Riesgo 2011 que ha presentado hoy Intrum Justitia. De hecho, El 40 % de las empresas ve amenazada su supervivencia a causa de los impagos.
La ministra española de Economía, Elena Salgado, aseguró hace unos días que España aportará entre 4.500 y 5.000 millones de euros al programa de asistencia financiera para Portugal, que totalizará 78.000 millones de euros.
En su séptima edición, el informe de esta multinacional sueca especializada en servicios de gestión de crédito indica que las pérdidas por impagos alcanzaron el año pasado en toda Europa 312.000 millones de euros.
El director general para España y Portugal de Intrum, Luis Salvaterra, aclaró que existen claramente en Europa tres velocidades, tanto en lo que afecta a la recuperación económica como en lo relativo a impagos.
Alemania, Austria y los países nórdicos presentan los ratios de impagos más bajos, en tanto que Portugal, Grecia e Irlanda los más altos.
España se sitúa en la parte media, con un índice de riesgo, que Intrum establece entre 100 y 200, de 168, por encima del 162 de media europea.
Salvaterra destacó también en la presentación del informe el plazo medio de pago en España, que es de 106 días frente a los 53 de media de Europa, algo que en su opinión tiene consecuencias muy graves para la reputación de España y para su competitividad.
Los consumidores particulares españoles se situaron en segunda posición como los que más tardan en pagar de toda Europa (68 días), sólo por detrás de Italia, y muy por encima de los 40 días de media del conjunto de Europa.
Las empresas, tardan 99 en pagar, 43 más que sus competidoras del continente, en tanto que las administraciones públicas abonan sus facturas tras un plazo real de 153 días, 88 más que la media europea.
Luis Salvaterra explicó que pese a que ocho de cada diez empresas españolas conoce la Ley de Morosidad y la posibilidad de aplicar intereses de demora, dudan en hacerlo por el miedo a perder definitivamente el cliente.
En concreto, el 40 % de las empresas ve amenazada su supervivencia a causa de los impagos, en particular en lo relativo a su liquidez (el 77 %), la pérdida de beneficios (62 %) y las dificultades para crecer (52 %).
Así mismo, el informe indica que el 65 % de las empresas españolas ha sufrido caídas en las ventas a causa de la recesión global, con lo que ha descendido su competitividad.
En conjunto, las empresas españolas son moderadamente pesimistas en cuanto al futuro, ya que el 47 % considera que los niveles de impago seguirán igual a medio plazo.