Los bancos españoles son los más expuestos a la deuda soberana de Portugal de todo el continente europeo, sólo superados por las propias entidades lusas, al tener en su poder títulos de este país por valor de 5.492 millones de euros.
Así se desprende de las pruebas de solvencia realizadas por la Autoridad Bancaria Europea (EBA en sus siglas en inglés) a las entidades financieras, en las que participaron 25 firmas españolas y de las cuáles 12 poseían obligaciones lusas.
Según estos datos, a fecha de 31 de diciembre de 2010, el más expuesto al devenir de la deuda portuguesa es el Banco Santander, propietario del banco luso Santander Totta, uno de los cinco mayores del país, que acumula 3.682 millones de euros en títulos.
Esta cifra le sitúa como la única entidad financiera extranjera entre los cinco bancos con mayor cantidad de obligaciones portuguesas, por delante incluso del grupo luso Espirito Santo (BES).
Entre las primeras veinte también se encuentran el BBVA y el Banco Popular -ambos con red de oficinas en Portugal-, y que tienen 661 y 643 millones de euros en estos títulos, respectivamente.
Ya por detrás se colocaron la NovacaixaGalicia (134 millones), el Banco Pastor (116 millones), el Banco Sabadell (91 millones) y el Banco Mare Nostrum (88 millones), formado por la unión de Cajamurcia, Caixa Penedès, Caja Granada y Sa Nostra.
Caja España-Caja Duero conserva 27 millones de euros en deuda portuguesa; la Caixa de Barcelona, 26 millones; Effibank -que agrupa a Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura-, 16 millones; la Caja de Ahorros del Mediterráneo, 5 millones; y el BBK, 3 millones.
A nivel europeo, 49 de los 90 bancos examinados por la EBA poseían a cierre del ejercicio 2010 deuda portuguesa, entre los cuáles también destacaron las entidades francesas, con 4.751 millones de euros invertidos, y las alemanas, con 3.320 millones de euros.
Por su parte, las cuatro entidades financieras lusas examinados -Caixa Geral de Depósitos, Banco Comercial Portugués, grupo Espirito Santo y Banco Portugués de Inversiones-, que juntos representan el 74 por ciento de la banca del país, conservan 19.600 millones de euros en deuda soberana lusa.