El Fondo Monetario Internacional (FMI) mantiene la previsión de crecimiento para España en 2011 en el 0,8 % del Producto Interior Bruto (PIB), pero rebaja la del 2012 cinco décimas: del 1,6 % al 1,1 %, en su último informe de "Perspectivas Mundiales de la Economía" divulgado hoy. Ambos datos siguen siendo inferiores a las cifras oficiales del Gobierno español, que contempla para este año un crecimiento del 1,3%, y del 2,3 % para el próximo. En lo que se refiere al desempleo, el FMI también se muestra más pesimista que el Gobierno español y pronostica que sea del 20,7 % a finales de este año y del 19,7 % en 2012. Las previsiones oficiales de España sitúan la tasa de desempleo a finales de 2011 en el 19,8%, y en 18,5 % en 2012.
La economía española es la única de las grandes de la zona del euro para la que el FMI mantiene, en lo que respecta a este año, las perspectivas de crecimiento de junio pasado.
En su informe anual sobre las previsiones mundiales de crecimiento, el FMI enmarca el estancamiento de la economía española en una ralentización general de la zona euro para la que baja su previsión para 2011 a un 1,6 %, cuatro décimas por debajo de lo indicado en abril.
También para 2012 el organismo revisa a la baja las perspectivas de crecimiento en la zona euro; quedan ahora en un 1,1 %, seis décimas menos de lo pronosticado hace tres meses debido especialmente a las medidas de ajuste fiscal y a la subida de los precios de las materias primas.
El FMI valora los planes de consolidación a medio plazo de las principales economías de la zona del euro cuyo objetivo es reducir el déficit hasta dejarlo por debajo del 3 % del PIB en 2013, y estabilizar el nivel de deuda pública de aquí al 2015. No obstante, señala que, según sus proyecciones macroeconómicas, "España todavía tiene que identificar nuevas medidas para alcanzar estos objetivos fiscales a medio plazo".
El Fondo pronostica que la inflación se contendrán en los próximos dos años en la zona euro, donde se espera un 2,5 % en 2011 y un 1,5 % en 2012, e igualmente vaticina un retroceso de los precios en España que sitúa en un 2,9 % y en 1,5 % respectivamente para esos dos años.