El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, considera que la eurozona debe incorporar un sistema uniforme de garantía de depósitos para evitar una repetición de errores cometidos en el pasado a causa del diseño del euro. "Para garantizar que los depósitos son verdaderamente igual de seguros en cualquier lugar de la eurozona, la probabilidad de que un banco caiga tiene que ser independiente de la jurisdicción en la que está establecido", indicó Draghi durante su intervención en un foro económico celebrado en Fráncfort.
En este sentido, el presidente del BCE subrayó que en caso de quiebra de un banco "los depositantes deben ser objeto de protección similar independientemente de dónde se encuentren".
"Los depósitos, que son la forma más extendida de dinero, tienen que inspirar al mismo nivel de confianza dondequiera que se encuentren", añadió el banquero italiano como recomendación para completar los aspectos pendientes de la unión bancaria y "evitar cometer el mismo error que en la introducción del euro".
Así, el presidente del BCE recordó que la unión bancaria se ha diseñado sobre tres pilares, incluyendo un supervisor único, papel asumido por el BCE, así como un mecanismo único de resolución de entidades y una protección uniforme de los depósitos.
Por otro lado, Draghi apuntó que si se quiere restaurar la estabilidad imprescindible para el retorno de la prosperidad a Europa es necesario tener en cuenta los costes económicos vinculados a la incertidumbre en la que operan las empresas europeas.
"No sólo causa una pérdida de crecimiento hoy, sino que, al obstaculizar la inversión, puede debilitar el potencial de forma más duradera", apuntó el banquero italiano, aunque admitió que la impresión de "un interminable tren de reformas" tampoco reduce la incertidumbre.
Sin embargo, según Draghi la solución es simple "especificar qué se quiere cambiar, clarificar el calendario para ello y hacerlo".
