La Bolsa de Atenas vivió un lunes negro y tras cinco semanas de cierre a causa del control de capitales, el índice general concluyó con una caída del 16,23%. El volumen de transacciones alcanzó los 67,66 millones de euros y índice general se situó en los 668,06 puntos.
El momento más crítico se produjo nada más abrir el mercado, con ventas masivas en todos los sectores, que llevaron a un desplome del índice general de casi 23 puntos porcentuales en los primeros compases de la negociación. Entre las ventas masivas y la carencia de compradores -especialmente de los inversores griegos sujetos a fuertes limitaciones en sus operaciones- el índice general entró en caída libre.
Finalmente, la situación se fue atenuando a lo largo de la jornada, y los retrocesos se fueron estabilizando en todos los sectores, siendo la banca la más afectada. El índice de los títulos bancarios cerró con un retroceso de casi un 30% (29,92%).
En los últimos meses los bancos griegos han sufrido una fuerte salida de depósitos lo que, sumado a la decisión del Banco Central europeo de cerrar el grifo de los créditos de emergencia, llevó el pasado 29 de junio al Gobierno a imponer un corralito de tres semanas. Si bien los bancos abrieron transcurrido ese periodo, las restricciones siguen siendo fuertes, sobre todo en las transacciones al extranjero.
En caso de que el Gobierno de Alexis Tsipras consiga finalmente sellar un acuerdo con los acreedores para un tercer rescate por valor de unos 86.000 millones de euros, se calcula que la banca podrá requerir hasta 25.000 millones de euros para su recapitalización.
A los bancos les siguieron en pérdidas las acciones del sector sanitario, con una caída similar (28,48%), y ya con distancia los servicios financieros con cesiones de en torno al 24%. Muy por detrás se situaron los restantes sectores, con pérdidas de entre un 13% y un 15%; las acciones que más se alejaron de esta tendencia generalizada fueron las de las empresas de alimentación y bebidas, con un retroceso de tan solo algo más del 5%.