Bankia ganó 739 millones de euros en los nueve primeros meses del año, un 1 % más que un año antes, gracias al dinamismo del negocio y al descenso tanto de los gastos como de las dotaciones a provisiones por la bajada de la morosidad. El consejero delegado, José Sevilla, destaca en un comunicado que Bankia tiene "más clientes, más vinculados y más satisfechos, que compran más productos de valor añadido", al tiempo que da más crédito tanto a particulares como a grandes empresas y pymes.
Las nuevas hipotecas concedidas ascendieron a 1.333 millones, 2,3 veces más que un año antes, en tanto que la financiación a pymes avanzó un 22,1 % y un 15,9 % en el resto de empresas, mientras el crédito al consumo se incrementó un 19,6 %, hasta 1.246 millones. La solvencia de la entidad siguió mejorando, con una ratio de capital CET1 "fully loaded", es decir, teniendo en cuenta los futuros requerimientos de Basilea III, del 14,16 %, frente al 13,02 % que tenía al cierre de 2016.
El saldo de dudosos se redujo un 11,2 % en el año, hasta 10.194 millones, con lo que la tasa de morosidad cayó un punto porcentual, hasta el 8,8 %, con una cobertura del 53,8 %. Las cuentas de Bankia baten las expectativas de los analistas, aunque la rentabilidad sobre fondos propios bajó al 8,1 %, frente al 8,2 % del cierre de septiembre de 2016.
Los bajos tipos de interés, con el euríbor en negativo, unido al menor rendimiento de las carteras de deuda explican que el margen de intereses se redujera un 10,1 %, hasta 1.467 millones, pero las comisiones crecieron un 4,1 %, hasta 636 millones, a pesar de que el banco eliminó estos cargos a los clientes con ingresos domiciliados.
El repunte se explica por el aumento del número de clientes, 141.000 en un año, y su mayor vinculación, que se ha reflejado en mayor medida en la generación de ingresos en los medios de pago, fondos de inversión y seguros.
El margen bruto frenó su caída hasta el 2,5 %, con lo que se quedó en 2.398,5 millones, después de que los resultados por operaciones financieras (ROF) crecieran un 70,6 % y aportaran 314 millones, tras la venta de carteras de renta fija en la primera mitad del año.