La Calcografía Nacional de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, acoge desde este miércoles la primera exposición fotográfica que se celebra en España del checo Frantisek Drtikol, que se enmarca en la nueva edición de PhotoEspana.
El comisario de la muestra, Vladimir Birgus, ha seleccionado 35 desnudos datados entre los años 1923 y 1929, de carácter simbolista y vanguardista, caracterizados por el uso de la luz, las sombras y la plasticidad.
Estas imágenes muestran una fotografía adelantada a su tiempo en la que se muestra el cuerpo con gran naturalidad, belleza y elementos propios del futurismo, como el movimiento, o del cubismo, como la geometría.
En palabras del comisario de esta muestra, "Drtikol fue el primer fotógrafo checo de importancia internacional". "Lo mas conocido de su trayectoria son los desnudos, cuya originalidad, profundidad y maestría técnica son notables", señala.
Su etapa dedicada especialmente a los desnudos se inicia en 1907, cuando abrió su primer estudio en Pribram, cerca de Praga. Los primeros desnudos de Drtikol tienen influencias del art nouveau y el simbolismo, aunque bajo la creciente influencia de la vanguardia fotográfica, el estilo de Drtikol cambio radicalmente alrededor de 1923.
EL ARTISTA DE LOS DESNUDOS
Para el artista, los cuerpos desnudos no fueron concebidos nunca más como meros receptáculos del alma, sino como formas provistas de significación estética. La decoración geométrica y las sombras proyectadas fueron sustituidas por fondos pintados, y los modelos de ensueño dieron paso a bailarines.
Frantisek Drtikol (1883-1961) nació en la ciudad minera de Pribram, a unos 50 kilómetros al suroeste de Praga. Con gran talento para la pintura, estudió fotografía en su ciudad natal y mas tarde viajo a Munich.
Tuvo un primer estudio en Pribram, pero en 1910 abrió un taller fotográfico en Praga, donde retrató a la elite política y cultural checa de comienzos del siglo XX. Alistado en el ejército, luchó en la I Guerra Mundial, donde vivió sus primeras experiencias místicas.
En 1935 abandonó la fotografía para dedicarse, además de a la pintura, a la meditación trascendental, al estudio de las corrientes espirituales y filosóficas orientales así como a la traducción al checo de textos relacionados con el budismo. Este misticismo no le impidió ingresar en 1948 en el Partido Comunista Checoslovaco, cuyo régimen, que se estableció en ese mismo año en el país, defendió hasta su muerte.