El Teatro Real de Madrid acogerá desde el próximo 20 de abril hasta el 9 de mayo un total de 16 funciones de La Traviata, de Giuseppe Verdi, a cargo del maestro David McVicar y que contará con tres repartos diferentes.
Esta representación ha causado gran expectación y ya están agotadas las entradas para muchas de las fechas previstas aunque, tal y como ha señalado este jueves durante la presentación el director artístico del coliseo madrileño, Joan Matabosch, aún quedan algunas fechas disponibles. Eso sí, augura un lleno total todos los días para ver esta "obra visagra" de la producción de Verdi.
Matabosch ha señalado que la obra literaria en la que se basa esta ópera, 'La dama de las camelias', de Alexandre Dumas (hijo), arranca con el final fatal de Violetta y en ella "las escenas sugieren que lo visto con más recuerdos que vivencias reales".
El narrador asiste a la subasta de los muebles de la difunta y, aunque el libreto del colaborador de Verdi comenzó con el apogeo de su vida, el director de escena ha preferido arrancar también con la fatalidad de su destino. McVicar ha señalado que aunque la obra tiene un significado psicológico aparentemente simple, son las piezas sencillas "las más complejas y difíciles de realizar, como todas las cosas simples de la vida".
El maestro ha explicado que escuchó por primera vez La Traviata y Rigoletto cuando tenía 11 o 12 años y desde aquel momento ha asegurado que "cambió su forma de pensar". A medida que pasaba el tiempo, ha sentido como la ópera ha crecido con él y él con ella, como si fuera uno de sus hijos.
TRES VOCES PARA VIOLETTA
En cuanto al punto de vista artístico, el director de escena ha indicado que el resultado de esta ópera depende de siempre los actores con los que uno se enfrenta. En este caso, los tres repartos están encabezados por Ermonela Jaho, Irina Lungu y Venera Gimadieva, que interpretan a Violetta Valéry.
Ermonela Jaho cree que La Traviata ha de ser interpretada por una "soprano lírica con sentimiento", puesto que "la técnica ha de transmitir desde el corazón del artista al corazón del espectador", ya que, en el caso contrario, se trataría solo de "una máquina". "Los intérpretes se merecen la palabra artista entonces, cuando transmiten de corazón", ha recalcado.
Por su parte, Irina Lungu está de acuerdo en que "desde el punto de vista del intérprete", el papel de Violetta "necesita muchos matices", lo que requiere una gran técnica vocal con la que, tal y como ha señalado su compañera, "a través de la voz" quieren transmitir "sentimientos".
Una de las novedades es que esta ópera será retransmitida en directo el 8 de mayo en diferentes espacios emblemáticos de Madrid, como el Museo del Prado, el Museo Thyssen el Reina Sofía o Matadero, en el marco de las actividades de la Semana de la Opera.