El Rey vuelve a la corrida de la Prensa

  • Juego esigual de los Alcurrucén
  • Crónica de Miguel Ángel Monchonli
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corridaprensa |Telemadrid

Llegó el Rey a Las Ventas, tras tres años de ausencia, y se sentó en el tendido como un aficionado más. Sin protocolo, ni himno Nacional, pero con un brindis de cariño por parte de la terna por su apoyo a la fiesta.

Los Alcurrucén dieron juego desigual. El mejor de los seis, el segundo, se lo llevó Sebastián Castella, quien se gustó en los inicios en los medios con series largas de cinco y seis muletazos con la diestra. El francés daba muletazos, nada que objetar. Y nada que sentir. le faltaba duende. le faltaba transmitir.

Se le iba la vida sin disfrutarla, ni hacerla disfrutar y pegó dos espaldinas con las que la emoción se hizo presente en el ruedo. Y terminó con otra de derechazos. Uno, dos, tres, ¡que se yo!... y sobre todo un largo pase de pecho. Dejó una entera y se llevo una oreja por aclamación, mientras que el de Alcurrucen, de dos orejas, se llevaba la ovación del gentío.

Un gentío que presenció la confirmación de alternativa de Joselito Adame, cuya ambición puso de manifiesto en los ayudados y naturales que siguieron. Los nervios, la responsabilidad y la presión de la plaza le pudieron.

Por su voluntad en el sexto, recibió ovación con saludos en los dos.

Miguel Ángel Perera repitió fortuna. Mala fortuna diría yo, pues se fue de vacío, y lejos del Perera de otras tardes, escuchó silencio en ambos.