Será sin duda una de las películas de esta Semana Santa. Resucitado, protagonizada por Joseph Fiennes y la española María Botto, cuenta la resurrección a través de los ojos de un centurión romano agnóstico.
Los actores Joseph Fiennes y María Botto, dos piezas imprescindibles de Resucitado, la nueva película religiosa que ha dirigido el estadounidense Kevin Reynolds sobre los días que siguieron a la crucifixión de Jesucristo, creen que se trata de una "buena película para ver con y sin fe".
"Cuando miro atrás y veo las innumerables películas que se han hecho sobre el tema, creo que han sido hechas de manera muy antigua y, o son muy revisionistas, o son muy de escuela dominical", ha dicho el actor británico en una entrevista con Efe en Madrid, a donde se ha desplazado para apoyar el estreno de la película, el próximo viernes, en las salas españolas.
"Creo que en esta película hay un equilibrio entre una narrativa bíblica que es vital, y muy brillante -considera el actor-, y dar una buena experiencia cinematográfica", de modo que "si uno es religioso, pues genial, porque medita sobre la fe, y lo hace en el mejor momento del año".
Fiennes es Clavius, un centurión romano que recibe de Poncio Pilato la orden de localizar el cuerpo perdido de Yeshua (Jesús de Nazaret), para así sofocar un inminente levantamiento en Jerusalén y los rumores de que es el mesías.
Cuando finalmente localiza a los apóstoles, y conoce a María Magdalena (Botto), Clavius no sabe qué pensar: sus dudas, explica Fiennes, se convierten en una conjetura histórica reflexiva sobre el drama que siguió a la muerte de Cristo.
Y "a la primera persecución religiosa de la historia", agrega Botto, algo que, a día de hoy, y con todos los refugiados desplazándose por Europa, "sería muy necesario replantearse", considera la actriz, declarada activista por los derechos humanos.
"Siempre he sentido obsesión por este tipo de mujeres, nacidas en épocas en las que los hombres dominaban todo y que se hicieron un hueco por su perseverancia, por su cultura y, en el caso de María Magdalena, más, porque siempre la hemos visto desde el punto de vista de los hombres, como que necesita ser reeducada", apunta la actriz, que ahora trabaja a caballo entre EEUU y España.
Una mujer "bastante avanzada para la época y capaz de mantener discusiones sobre la fe", destaca la actriz sobre su María Magdalena, para quien la investigación que Clavius pone en marcha para encontrar el cuerpo desaparecido, es "total CSI".
En realidad, añade Fiennes, lo que hace esta cinta es "añadir una energía tremenda, casi de cine negro, a una historia bíblica. Pero si apartamos un poco la religión, aquí hay valores muy buenos; está el perdón y las segundas oportunidades, y celebra la condición humana, la duda, lo que me parece muy bello".
Fiennes, eterno William Shakespeare de la película "Shakespeare enamorado" (1998) y fan declarado de los papeles históricos, como ya demostró en cintas como "Elizabeth" o "Luther", no solo se declara creyente, sino que en agosto de 2009 se casó con María Dolores Diéguez, una modelo nacida en Orense, aunque criada en Suiza, en una catedral italiana. Aún así, dice, "qué es la fe.
Todos tenemos tendencia a pensar que las cosas van a salir bien, uno puede ser religioso o no, pero el misterio es siempre más grande que nosotros" reflexiona. En ese sentido, opina que "Resucitado" aporta una perspectiva novedosa sobre la historia del cristianismo.
"Acepté hacerla porque me enganché -confiesa-, el personaje tenía un viaje que me parecía excitante, irresistible. El reto era cómo llevarme al público, si les gustaría o no".
"Me encanta España", dice Fiennes en castellano, y asegura que ha sido un placer trabajar con los españoles, que eran más de la mitad del equipo de la película, incluida la banda sonora de Roque Baños y el excelente Luis Callejo en el papel del traidor Joses, así como los rodajes y la gente de Almería.
"Deberíais también celebrar esta película como vuestra", añade el actor, dispuesto a aceptar, ha dicho a Efe, "cualquier trabajo que me vuelva a traer a trabajar a España".
La película ha contado con el visto bueno del Vaticano, y del propio Papa Francisco, y hoy, también con el del arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro, que ha accedido a posar con los actores en la sesión de fotos promocional que ha tenido lugar en una de las iglesias más bellas de la capital, San Antonio de los Alemanes.