Empezó como un trabajo más de clase y ha terminado por convertirse en una obra de teatro a lo grande. Un grupo de estudiantes del colegio Los Robles, en Aravaca, se convierten los fines de semana en actores y músicos de la obra "El Principito", en el Nuevo Teatro Alcalá. Un montaje que tiene detrás una larga historia. De hecho empezó sólo con dos adultos sobre el escenario y antes de llegar allí pasó por un pequeño teatro de Lavapiés, donde lo vieron los mismísimos Príncipies de Asturias.
Detrás del proyecto, dos profesores que animaron a un grupo de alumnos a sumarse a la obra, que en un primer momento contó con un coro de voces grabado y música enlatada. Sin embargo decidieron ir más allá, y subieron a los niños a escena. Ahora junto a El Principito y el Piloto, actúan en escena un coro de 10 niños que cantan, bailan, llevan a cabo, cambios escenográficos e interactúan con los protagonistas. Son
la conciencia del Principito e incorporan al niño-espectador en la historia haciéndole partícipe de ella.
La música, toda ella original, parte de tarareos y canciones populares infantiles, y es ejecutada por una orquesta de niños empleando, junto a instrumentos mayores (piano, clarinete y violonchelo principalmente), muchos otros instrumentos escolares y de juguete (timbales, xilófonos, metalófonos, triángulos, flautas, maracas, etc.). El coro de niños, además, incorpora diferentes onomatopeyas (sonido del viento, de avión, de
animales nocturnos) para enriquecer los distintos ambientes sonoros de la obra.
Los niños que forman el coro son alumnos del colegio Los Robles, de Aravaca, donde
utilizan este método pedagógico.
