Seis álbumes conjuntos y otros tantos en solitario les contemplan desde que en 1998 lanzaran "No blood"; a pesar de ello, el por muchos esperado retorno discográfico de Najwajean, dúo conformado por Najwa Nimri y Carlos Jean, será para muchos más, a día de hoy, el grupo de "Zulema y el del Hormiguero".
"Tengo a chavales muy jóvenes que descubren que 'la Zule canta'", destaca la célebre cantante y actriz, que ha visto incrementar aún más su popularidad entre un sector de la población gracias al malvado personaje que interpreta en la serie de televisión "Vis a vis", igual que le sucedió a su compañero por sus intervenciones en el programa "El Hormiguero".
Para él, lo curioso es que "al dúo Nawjajean igual solo lo conoce el 10 por ciento de la sociedad, mientras que a Najwa la reconoce el 60", una vinculación que parte de la sociedad no había establecido hasta ahora, en parte porque su último disco juntos, "Till it breaks", se remonta a 2008.
Abanderados en el cambio de siglo del trip hop español, entre otras cosas, y autores de éxitos como "Dead for you" o el romántico soul de "Crime", Nimri y Jean lograron sincronizar sus apretadas agendas tras reunirse en 2014 para celebrar en un festival madrileño los 25 años del sello que los unió.
Najwa Nimri necesitaba "agresividad" después de lanzar "Rat race" (2014), su último álbum en solitario, que "tenía pegada y era bailable", pero que terminó siendo a su pesar "un disco de electropop, algo demasiado determinado".
Buscaron y buscaron, dando vueltas en busca de ese sonido que los proyectara a 2015. Lo encontraron, básicamente, tras un proceso de "deconstrucción, de componer muy poco y con mucha pegada" hasta alcanzar lo que han definido como "el golpe de un bate de béisbol en una almohada", donde la almohada es la voz de Nimri.
El secreto radica en "una carga de graves que llega a producir cansancio físico", generando "algo que impacta sin llegar a tocarte", como el título del disco, "Bonzo", que se les ocurrió "en la parada del autobús esperando a los niños" y del que les gustó, sobre todo, su sonoridad "contundente".
Así pues, nada de metáforas de sacrificio o autoinmolaciones en el nombre. En todo caso, solo aceptan la parte de "estoicididad" que encierra el significado de la palabra, porque, según ven, siempre vuelven a Najwajean.
Dentro hay armonía y melodía, se reivindica el sonido "bakala", hay EDM, trap, una balada... Pero nada de forma pura, sólo sonido Najwajean, signifique lo que signifique.
"No es un disco muy arriesgado; de hecho, lo veo supercomercial, porque es lo que escucha la gente joven hoy en día, pero suena a Najwajean", señala Carlos Jean, productor del dúo.
"Queremos ser convencionales, movernos en un terreno que la gente entienda. Mi hijo entiende 'Bonzo', por ejemplo, pero no 'Donde rugen los volcanes'", aclara Nimri en comparación con otro de sus trabajos en solitario, uno de esos discos, dice, en los que "de repente haces una cosa mucho más personal, canciones para merendártelas tú".
La gente sí importa esta vez, pero no solo. "Queremos gustar a la gente gustándonos a nosotros, quiero molar y además molarme a mí", añade la intérprete.
Dentro destacan cortes como "Cold outside", "brutal en directo, con esos trombones que son como elefantes andando y que recuerdan un poco a 'Dead for you'" y "I'm not special", una balada cercana a "Crime".
"Podríamos hacer muchas más de estas, pero yo tengo mucha resistencia a dejarme llevar", confiesa Nimri, que necesita de Carlos Jean para dejar volar su voz en el plano más soul, en lugar de llevarla a tierra, como acostumbra.
Y es que juntos el proceso creativo cambia. Unas veces priman las letras de Nimri, otras el trabajo de Jean. "Najwa me ayuda a ser un productor más capullo", dice su compañero, que reivindica "una electrónica" más allá de las referencias masivas y más comerciales, "que es todo el rato igual", y al que él, señala, también pertenece.
"En las entrevistas igual solo estamos de acuerdo al cincuenta por ciento, pero cuando hacemos música juntos y es música electrónica, es la leche", presume.
Las prisas por tener listo el disco antes de que sus agendas vuelvan a complicarse (ella ya rueda la segunda temporada de "Vis a vis") ha hecho que salga sin libreto, tan sobrio en su diseño como en su sonido.
En su punto de mira, la gira, que justo ahora empezarán a preparar, con especial atención a festivales donde aún habrá muchos más chavales que descubrirán que "la Zule canta".