'Muerte en Venecia', el testamento artístico de Britten, llega al Teatro Real

muertevenecia345
Muerte en Venecia |Archivo

Con una puesta en escena febril, ensoñadora y alejada del realismo, el Teatro Real ofrecerá en diciembre siete funciones de Muerte en Venecia, el testamento artístico y humano de Benjamin Britten (1913-1976), basado en la novela de Thomas Mann. La ópera, presentada en rueda de prensa, es una coproducción con el Liceo de Barcelona, que la estrenó en 2008 con gran éxito.

Con la dirección escénica del alemán Willy Decker, estará protagonizada esta vez por el tenor John Daszak, en el papel del atormentado escritor Gustav von Aschenbach, y el barítono Leigh Melrose, encargado de dar vida a siete personajes distintos.

"La cualidad única de esta pieza es su carácter introspectivo. Mi tarea como director es hacer visible lo que ocurre en el alma del personaje, y hacerlo de un modo excitante, claro, fuerte y rítmico", ha explicado Decker, que ha dirigido ya ocho óperas de Britten.

La principal dificultad ha sido precisamente adaptar el "ritmo cinematográfico" de la pieza, divida en dos actos y 17 escenas, así como lidiar con el gran peso de la parte recitativa.

"La disparidad entre esos recitativos secos y las partes orquestales es única en la obra de Britten, y quizá tenga que ver con el miedo a no poder completar su trabajo y la conciencia de que le quedaba poco tiempo de vida", ha dicho Decker, en relación con la que fue la última composición del músico británico.

Desde un punto vista temático, el creador escénico alemán ha puesto en el centro las reflexiones de Aschenbach sobre la belleza, contraponiendo su mera contemplación a su experimentación directa y la conexión de ese abandono a la belleza con la experiencia de la muerte, tal y como recoge la novela de Mann.

Y también la vivencia del amor no convencional, en este caso el de un viejo escritor en sus últimas horas, álter ego de Mann, pero también del propio Britten, hacia un adolescente, Tadzio, que encarna la belleza, el erotismo y la eternidad.

Alejo Pérez, responsable de la dirección musical, ha explicado que "Muerte en Venecia" está compuesta alrededor de la percusión. "Lo que suele ser lo último, el color de la composición, aquí se convierte en su esqueleto", ha señalado. Al mismo tiempo, ha destacado "cierto perfume a minimalismo asiático" en la partitura, un mundo prácticamente inexplorado por Britten.

Pese a su amplia experiencia en las óperas del británico, Decker admitió que al principio tenía ciertas reticencias a adaptar "Muerte en Venecia", pero, cuando empezó a estudiarla, descubrió que se trataba de "una obra maestra y un compendio de la vida artística" de Britten.

"Muerte en Venecia" se representará en siete funciones en el Real entre el 4 y el 23 de diciembre y será el eje de una ambiciosa programación, que se extenderá hasta marzo de 2015, en torno a esta célebre novela corta de Thomas Mann.

En ella colaborarán también la Biblioteca Nacional de España, con la muestra "Mariano Fortuny-Madrazo: otra muerte en Venecia"; la Fundación Juan March, con un ciclo de dos conferencias y tres conciertos sobre Thomas Mann, su vida, su obra y su universo musical; y la Filmoteca Española, que proyectará la película "Muerte en Venecia" de Luchino Visconti.

Además, el Teatro Real proyectará el 13 de diciembre la ópera "The Indian Queen", de Henry Purcell, en versión de Peter Sellars, y al día siguiente ofrecerá un concierto de cámara de música inglesa a cargo de su orquesta titular, mientras que el día 18 el tenor Ian Bostridge y el pianista Julius Drake interpretarán obras de Britten.

Pablo Heras Casado, director invitado del Teatro Real, dirigirá en marzo "War Requiem", y el Ballet de Hamburgo ofrecerá seis funciones de "Muerte en Venecia" con la coreografía de John Neumeier.