Madrid se prepara para el desbordamiento del río Springsteen

  • Cuatro años han pasado desde la última actuación del Boss en la capital española

The River Tour de Bruce Springsteen, gira concebida por los 35 años del lanzamiento de aquel disco mítico del mismo nombre (El río, en español), llega este sábado a Madrid con visos de desbordamiento, tras las crecidas de éxito a su paso por Barcelona y San Sebastián y problemas en el transporte de la ciudad.

Cuatro años han pasado desde la última actuación del Boss en la capital española, cuando presentó el que se mantiene como su último disco de estudio con material nuevo, Wrecking ball (2012), e hizo historia breve al firmar el concierto más largo de su carrera: tres horas y 48 minutos (unas semanas después tocó durante 4 horas y 6 minutos en Helsinki).

TRES HORAS Y MEDIA DE CONCIERTO

No parece que los 66 años del músico vayan a hacerle soltar el acelerador en su nueva cita con los madrileños. En sus conciertos previos en esta gira europea, que arrancó el pasado sábado en el Camp Nou de Barcelona, la duración media de trallazos musicales ha rondado las 3 horas y media.

Junto a él, una E-Street Band compuesta por Roy Bittan (piano, sintetizadores), Nils Lofgren (guitarras, coro), Patti Scialfa (coro, guitarra acústica, tambor), Garry Tallent (bajo, coro), Steven Van Zandt (guitarras, coro), Max Weinberg (batería), el sobrino de Clarence Clemons, Jake (saxofón), Soozie Tyrell (violín, guitarra acústica, percusión) y Charles Giordano (órgano).

Pese a la falta de canciones nuevas (o precisamente por ello) todos los medios coinciden en señalar la potencia certera de su banda y del repertorio, el cual, a diferencia de lo que sucedió en EE.UU., no incluye todas y cada una de las canciones de The River (se dice que para que los "pasajes más sombríos" del álbum no socaven el ritmo de un espectáculo de masas).

Y es que su nuevo concierto en Madrid, como sucedió en sus tres últimas visitas (2008, 2012 y 2016), lo albergará el colosal aforo del estadio Santiago Bernabéu, nada menos que 55.000 personas que agotaron todas las entradas en apenas tres horas, y eso que el sistema se bloqueó minutos después de la puesta a la venta a precios de entre 65 y 115 euros.

A día de hoy, existen usuarios de plataformas de reventa como Seatwave (propiedad de Ticketmaster) que llegan a pedir más de 1.700 euros por una sola de esas entradas, aunque el precio medio de cada ticket ronda en realidad los 250 euros.

La entrada al recinto de esas 55.000 personas será uno de los puntos clave de la jornada, ya que, por su carácter multitudinario, se han extremado la seguridad en los controles de acceso, a lo que se unirá la huelga de los trabajadores de Metro, coincidiendo justo con las horas de llegada y salida del concierto (desde las 18.30 a las 21.00, en el turno de tarde, y de 23.30 a 2.00, en el de noche).

No será hasta que suene su versión de Shout de The Isley Brothers que el espectáculo anticipe su final, tras disfrutar de temas de The River como el corte que lo tituló o Hungry heart y otros éxitos imprescindibles como Badlands, Because the night, Thunder Roa, Born to Run o ese Dancing in the Dare que siempre añade la gota que desborda el vaso (el río, en este caso).