La obra gráfica de Mariano Fortuny Marsal y Mariano Fortuny y Madrazo, padre e hijo, se presenta en la muestra "Fortuny y Fortuny, mirados en detalle", una exposición para "mirar en detalle" y "orientar" en la lectura plástica de las estampas calcográficas.
La muestra propone "mirar en detalle" las estampas de los dos Fortuny y "enfrentar" la producción calcográfica de padre e hijo para poner en evidencia sus similitudes y sus rasgos más característicos.
"Fueron dos figuras internacionales que estuvieron absolutamente en la onda y fueron vanguardia constantemente", ha explicado en la presentación de la muestra su comisario, Juan Bordes, académico delegado de la Calcografía Nacional.
La exposición "Fortuny y Fortuny, mirados en detalle" cuenta con 66 estampas calcográficas seleccionadas de la colección de 90 piezas que se conservan en la institución Calcografía Nacional gracias a la donación directa de los familiares de los artistas.
En este recorrido queda patente también el "informalismo plástico" presente en las estampas de Fortuny Marsal (Reus, Tarragona, 1838 - Roma, Italia, 1874).
Frente al trabajo del mayor de los Fortuny se encuentran las bases figurativas de las imágenes abstractas de su hijo (Granada, 1871- Valencia, 1949), en las que se acerca a los dibujos que Víctor Hugo realizó con las tácticas de la mancha propuestas por el pintor inglés de acuarelas John Robert Cozens (1752-1797).
La muestra, en la se han seleccionado cuatro detalles de cada estampa con el objetivo de que sirvan como una "guía" para avistar el "paisaje" de estas imágenes, se divide en tres salas.
En la primera se presenta a los dos artistas con algunas de sus estampas más conocidas, confrontadas con sus planchas matriz, y, a continuación, en la sala principal, se traza un paralelo entre las obras de padre e hijo, enfrentando a uno y otro lado una cierta relación entre sus temas como la botánica o las ciudades.
"Fortuny y Fortuny, mirados en detalle" concluye con un pequeño gabinete de las obras de Fortuny Madrazo dedicadas a Wagner.
El grabado calcográfico, hasta la aparición de la fotografía, se utilizó principalmente como medio de traducción y reproducción de imágenes, aunque algunos artistas aprovecharon sus posibilidades de multiplicación, utilizaron sus técnicas como medio de expresión para lograr calidades plásticas singulares y específicas del medio.
Pueden disfrutarla hasta el 8 de noviembre en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.