Justin Bieber subió un vídeo en internet para promocionar su nueva canción mientras se encontraba detenido en una comisaria de Toronto acusado de golpear en diciembre de 2013 al conductor de su limusina.
Bieber se entregó a la Policía de Toronto en la comisaria de la División 52, en el centro de Toronto, hacia las 19.30 del miércoles (00.30 GMT del jueves).
La llegada a la comisaria fue caótica, con decenas de curiosos y medios de comunicación rodeando al cantante de 19 años, mientras entraba en el edificio por una puerta lateral y protegido por decenas de policías y guardaespaldas.
Bieber permaneció en la comisaria alrededor de dos horas. Pero escapó de los medios de comunicación y seguidores utilizando una salida del edificio que no estaba siendo vigilada.
Durante el tiempo que Bieber permaneció bajo custodia policial, el cantante utilizó su cuenta de Instagram para subir un vídeo aparentemente grabado con un teléfono móvil en el interior de la comisaria de Toronto.
En el vídeo Bieber alecciona a sus seguidores para que vean el vídeoclip de su última canción.
La Policía de Toronto ha acusado a Bieber de atacar al conductor de su limusina en la madrugada del 30 de diciembre, tras recogerlo en un club nocturno de la ciudad canadiense.
Bieber, que está hospedado en uno de los hoteles de lujo de Toronto, tendrá que presentarse ante un juez de la ciudad el próximo 10 de marzo.
Es la segunda vez en poco más de una semana que Bieber es detenido por la Policía, pues la semana pasada lo fue en Miami (EE.UU.) acusado de conducir bajo los efectos del alcohol y drogas, resistirse al arresto y llevar un permiso de conducir no válido.
A principios de enero, la residencia de Bieber en California fue registrada por la Policía tras la denuncia de uno de sus vecinos por vandalismo.
El número de sus problemas legales siguen una tendencia opuesta a la de sus éxitos profesionales. Su último álbum, Journals, no ha conseguido el éxito que lograron su anteriores producciones.
Lo mismo se puede decir sobre su última película, el documental "Believe", que sólo ha recaudado 6 millones de dólares (4,3 millones de euros), menos de una décima parte de lo recaudado por su primer documental, "Never Say Never".