Como todo adolescente, el cantante Abraham Mateo tiene la cabeza llena de sueños, aunque los suyos son algo diferentes. Y es que, a sus quince años, ya puede presumir de haber alcanzado el éxito.
El gaditano, considerado el Justin Bieber español, presenta AM, su nuevo disco, que salió ayer a la venta.
El videoclip de su primer sencillo, Señorita, lleva más de 30 millones de reproducciones en Youtube, y el número de sus seguidores, los llamados "abrahamers", no hace más que crecer. ¿Vértigo? Ninguno.
En las palabras de Mateo lo único que se lee es ambición.
"Ojalá pudiese llegar más arriba, porque es lo que he soñado desde que era muy niño", confiesa el cantante en una entrevista. "Nunca es suficiente, siempre hay que querer más y más".
Y eso es precisamente lo que busca con AM, su segundo disco, en cuya producción ha participado de manera directa. Mateo ha estado envuelto en el proceso de composición, algo que le hacía "mucha ilusión". Es por esto por lo que él considera que en AM hay "una parte de él".
En su nuevo trabajo, de estilo "muy moderno y juvenil", el cantante hace frente a tres vertientes diferentes: una con temas que se inclinan hacia la música electrónica, como es el caso de su Señorita, otra con aires pop y una última "más romántica", influenciada por las baladas de artistas latinoamericanos con las que ha crecido.
A pesar de su corta edad, Mateo lleva cierta trayectoria a sus espaldas. Comenzó su carrera a los siete años, cuando se presentó a un concurso musical, y desde entonces no ha parado. "Ahí fue cuando descubrí lo que quería hacer en la vida", señala el artista, que agradece que su familia le inculcara el amor por la música.
El gaditano también ha participado en trabajos como actor, en las series Días sin luz y Raphael: una historia de superación personal. Esta es una faceta que le gustaría compaginar con su trabajo como cantante, e incluso confiesa que le "encantaría" participar en el doblaje de una película algún día.
"Cuanto más completo seas y más cosas sepas hacer mejor, tienes más posibilidades de triunfar", opina Mateo, quien además reconoce llevar bien el "peso de la fama".
El cantante se encuentra cómodo con ser un rostro reconocido y que le paren por la calle para firmar autógrafos o hacerse fotos con él. El único aspecto negativo que ve es "el estar lejos de su familia".
La agenda de Mateo va a estar cargada durante los próximos meses. Le esperan numerosas firmas de discos y futuros conciertos en territorio nacional. Y guarda la esperanza de que Latinoamérica también sea escenario de su gira. "Sé que allí me van a acoger muy bien", aventura el cantante.