Cómo recrear la lava del Monte del Destino de “El Señor de los Anillos”, las criaturas de “El laberinto del Fauno”, el apocalipsis de “2012”, los decorados de “El 2 de mayo” o el fuego y los disparos y las secuencias de acción de la saga del agente 007. La profesión de especialista y creador de efectos especiales ha alcanzado en España un altísimo nivel, hasta el extremo de que grandes superproducciones hollywoodienses recurren a los técnicos españoles para construir los sueños de celuloide: efectos digitales, animatronics, maquetas, máscaras, maquillaje hacen posible lo imposible. Treinta Minutos, en el reportaje “Los trucos del cine”, ha querido conocer desde dentro cómo se recrea esa magia: cómo son las explosiones simuladas, los tiroteos, las caídas desde decenas de metros de altura, los vuelos y escenarios de fantasía, las criaturas monstruosas…
Treinta Minutos ha estado entre bastidores durante el rodaje de las secuencias de acción de la película “Ni pies ni cabeza”, de Antonio del Real: nada es lo que parece; ni los disparos de pistola, ni la sangre de los heridos, ni los accidentes de coche, ni el fuego de las explosiones. Sin embargo, existen riesgos: los casquillos pueden herir al salir disparados, el fuego puede resultar imprevisible en sus trayectorias, los choques han de medirse al detalle. Ahí entran en juego no sólo los especialistas y los dobles, sino los denominados “coordinadores de acción”.
El programa ha visita la escuela de José Quetglas, ganador de un Goya por el maquillaje de “Balada triste de trompeta”; ante sus alumnos, José explica cómo conseguir que una máscara de latex, una prótesis dental y un conveniente uso de la pintura conviertan al más apuesto de los actores en una criatura grotesca salida de las peores pesadillas de Lovecraft.
En “Artefacto”, una empresa especializada en construcción de seres ficticios u animatronics, Tomás González explica cómo recreó las criaturas de “El laberinto de el fauno”, monstruos conformados por latex bajo cuya piel se mueven complejas estructuras mecánicas que las dotan de vida y expresividad. En “Artefacto”, los expertos en FX muestran cómo son trucos célebres que forman parte de la iconografía del cine de acción y terror: que el ojo de una criatura se salga de su órbita, que una botella se rompa en la cabeza de un actor sin que éste sufra daños, o que se eleve una bola de fuego en mitad de una copiosa nevada.
Además, “Los trucos del cine” ha visitado las instalaciones del taller “Construcciones escénicas”, donde el veterano Ramón Moya muestra cómo, partiendo de la madera y la pintura como materias primas, levantan estructuras que pueden simular el Madrid del siglo XIX de la película “El 2 de mayo”, el poblado de “Asterix y Obelix”, o las minas de “Indiana Jones”.
La empresa madrileña “New Limit” desarrolló hace 13 años un software pionero para reconstruir digitalmente la mecánica de los fluidos: antes de eso, no existía nada que pudiera recrear fidedignamente el comportamiento simulado de los líquidos. Ellos inventaron la herramienta y Hollywood se la compró. El resto, es Historia del Cine: “Matrix”, “El señor de los anillos”, “300” son algunas de las superproducciones que han empleado su software.
Otra de las empresas madrileñas que dio la campanada mundial hace un par de años ha sido “Ilion Animation Studios”, responsables de la magnífica cinta de animación “Planet 51”: su estreno fue un taquillazo en Estados Unidos y sus responsables se sienten muy orgullosos de que la animación española haya sido comparada con calidad del acabados de la Pixar o la Dreamworks.
Por último, Treinta Minutos ha sido testigo de cómo trabajan los profesionales de la Escuela de Especialistas de Cine: allí, José Antonio Rojo, única “antorcha humana” de España, nos explica la técnica que utiliza para arder a lo bonzo delante de una cámara de cine sin sufrir quemaduras. Cómo coreografiar peleas con varios actores o cómo simular caídas al vacío sin romperse la columna son algunas de las proezas que muestran estos profesionales.