Judith Jáuregui, nacida en San Sebastián en 1985, se ha convertido en una de las pianistas con más proyección de su generación, tras haber sido recibida exitosamente en festivales prestigiosos como los de Bilbao, Castell de Peralada, Granada y La Roque d’Antheron, la Quincena Musical donostiarra y el Ciclo de Jóvenes Intérpretes de Scherzo en Madrid.
Sobre su disco "Schumann, el arte de lo pequeño", Jáuregui asegura que eligió obras del alemán porque siempre se ha sentido muy cercana a él. "Tiene dos extremos muy diferentes, uno muy delicado, íntimo y soñador y el otro totalmente opuesto, muy temperamental e incluso salvaje a veces".
Una de sus virtudes más destacadas es su madurez interpretativa con tan solo 25 años, algo que también se traslada a su forma de expresarse, directa y segura. La intérprete guipuzcoana reconoce que a la música clásica le persiguen los tópicos de "aburrida" y "elitista". Y está dispuesta a eliminarlos.