Sobre una pasarela iluminada por innumerables bombillas a ambos lados, han ido desfilando una a una las modelos de Hannibal Laguna, quienes han presentado una elegante, sofiticada y romántica colección de perfiles frágiles y siluetas escultóricas.
En el segundo desfile de la jornada número dos de Cibeles Fashion Week, los vestidos joya, serenos, únicos y especiales han embarcado a los espectadores en un viaje imaginario por el femenino mundo de la firma, al son de una romántica música francesa, que siempre da más glamour.
Y es que en esta colección no hay cabida para los pantalones, ni para las líneas masculinas, solo para los vestidos súper elegantes, largos de corte sirena o cortos, por encima de la rodilla o incluso minis, eso sí, todos y cada uno de ellos abotonados por la espalda, aportando ese toque frágil y sensual a la mujer, tan habitual en Hannibal Laguna.
Un continuo juego de simetría-asimetría en cortes y patrones despliega pequeños detalles suntuosos y, como siempre, muy femeninos. Los escotes palabra de honor, dejando al descubierto hombros y espalda de las modelos, daban la sensación de mostrar pero con sutileza.
Los volúmenes y líneas definidas con dramáticos trazos y los tejidos suntuosos que difuminan deslumbrantes bordados, ligeros y metálicos han sido las cautivadoras señas de identidad que han definido el estilo. Todo ello combinado con leves plisados, ruffles, hojas y jirones, hilvanados uno a uno con la delicada técnica artesanal que define la costura clásica. También cristales de cuarzo, destellos de luz y pepitas de oro superpuestas sobre cálidas lanas, terciopelos y redes de seda.
En cuanto a los protagonistas del desfile de Hannibal Laguna han sido una tela plateada que deslumbraba a todo aquel que la miraba con sus destellos color oro, los indiscutibles triunfadores de la paleta cromática, junto con el negro y dorado.
Un par de prendas de pieles y alguna que otra espalda al descubierto han llamado la atención, pero la auténtica prenda estrella de la colección ha aparecido tras un parón, cuando una música con mucho encanto inundó el ambiente y una escultural modelo se presentó sobre la pasarela luciendo una falda larga de corte sirena, con cuerpo palabra de honor fruncido con multipliegues dibujando unas formas espectaculares, todo en negro
Amaya Arzuaga, todo rock & roll
La diseñadora burgalesa ha sido la encargada de cerrar la segunda mañana de Madrid Cibeles Fashion Week con una colección para la próxima temporada de otoño-invierno 2011/12 marcada por dos colores, el negro y el beige, y con el punto y el cuero como tejidos favoritos.
A ritmo de rock & roll, Amaya Arzuaga ha presentado su colección en la que han brillado las faldas de lana, los vestidos camiseta y los abrigos de piel cortos con vuelo. Los pantalones de cuero ajustadísimos también han tenido su hueco, así como los cortísimos minivestidos cerrados por la parte de arriba y con cuellos ligeramente circulares, que dejan al descubierto las kilométricas piernas de las modelos.
También han llamado la atención unas mangas características que se unían al vestido o camiseta y los pliegues, fruncidos y drapeados de muchas de las prendas. Los pantalones de pinzas y pitillo y sus habituales faldas mini con amplios volúmenes tampoco faltaron en los diseños que Amaya ha presentado en Cibeles.
Y es que esta colección tiene dos siluetas muy definidas, una muy pegada al cuerpo y otra de amplios volúmenes, en la que, a parte de los colores más repetidos, la combinación del negro y el beige, la paleta cromática teambién ha incluído el plata, el fucsia y el verde esmeralda.
Como prenda estrella, Arzuaga ha desvelado tres magníficos vestidos largos del mismo estilo, ajustadísimos definiendo el cuerpo femenino, con un poco de cola, sin mangas, cuello cerrado y de rayas horizontales en tres combinaciones de colores: gris-fucsia, beige-naranja y verde-