La historia de nuestra pareja comienza al venirse Agustín a Madrid: "Un domingo dije de dar una vuelta y me metí en una discoteca que todavía está. Pilar estaba bailando sola y le dije 'así se baila morena'", afirma Agustín. Por su parte, Pilar asegura que no le "hace falta nadie para divertirse" y que por eso estaba bailando sola.
Carmen, amiga de la pareja, afirma que se acuerda perfectamente de cuando les conoció. Tuvo lugar en las fiestas de La Paloma "cinco o seis años atrás". Esta, impresionada por como bailaban chotis, se dirijió hacia ellos para saber cómo tenían que bailar.
En 2012 comenzó su aventura como profesores de chotis. Una actividad con la que conocen a "nuevos amigos" y están "en contacto con gente joven". Asimismo, Carlos Blanco, gerente de la Agencia Madrieña de Atención Social, considera que "es una actividad que contribuye a que la gente se socialice, que se dedique a lo que les gusta y es una manera de reivindicar un baile que está muy arraigado en Madrid".
Nuestros protagonistas afirman que la práctica del chotis es buena para su salud. "El baile es una cosa buenísima. Yo por ejemplo no he perdido reflejos aunque he ido cumpliendo años. No he ido perdido elasticidad, no me duelen los huesos, no tengo ni un solo dolor y eso se lo debo al baile, a lo que me muevo en el baile", afirma Agustín. Asimismo, Pilar asegura que se siente muy joven y que cuando está bailando se le quitan los dolores.