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Dámaris, Eva, Juana, Estefanía, Ana… “Mujeres que inspiran a otras mujeres”
- La directora y productora Ana Prieto estrena el largo documental 'Dónde el viento me lleve'
Mujeres con un sueño que no encaja en eso que la vida ha escrito para ellas, mujeres que se atreven a querer lo que no es habitual, que no es lo marcado, lo establecido, lo que les corresponde. Mujeres rodeadas de obstáculos, barreras de siglos. Mujeres que miran a su alrededor y se sienten extrañas. "Muchas veces una se siente sola como mujer".
Para ellas, la directora y productora Ana Cristina Prieto Gracia ha creado el documental ‘Donde el viento me lleve’.
Y el viento le ha llevado hasta cuatro mujeres que han sufrido por su raza, por el color de su piel, por las circunstancias que la vida les puso delante. Que conocieron el rechazo pero no estaban dispuestas a olvidar sus sueños. Nunca pensaron que fuera imposible. Lucharon arañando peldaños y consiguieron ser lo que querían ser. Se enfrentaron a sus miedos y a sus frustraciones. Y vencieron.
Cuatro mujeres. Cuatro elementos. Aire, fuego, agua y tierra. Dámaris, Eva, Juana y Estefanía. Cuatro historias diferentes y un mismo mensaje: “Si tú quieres, puedes”.
"Quería aportar mi granito de arena para decirle a otras mujeres que no están solas, que sigan, que trabajen, que luchen, porque al final llegas”. Ana Prieto voló con el viento durante cuatro años y descubrió cuatro historias muy especiales. Mujeres que lo tenían todo en contra y lucharon hasta conseguirlo. ”Mujeres que inspiran a otras mujeres”.
“Todas tienen algo en común, son fieles a sus valores y a sus pensamientos, aunque a veces la sociedad no esté de acuerdo”, explica Ana. Mujeres que siguen adelante “aunque la presión social muchas veces te hace querer abandonar”. Que siguen su pasión, “hay muchas mujeres que quieren hacer algo y no se atreven porque lo ven como una locura”. El mensaje que Ana quiere hacerles llegar es “sigue adelante”.
Aire: Dámaris Ruiz
Ana nos cuenta que el sueño de Dámaris Ruiz era ser bailarina de neoclásico pero lo tenía todo en contra: sus orígenes, su color, su difícil infancia en Galicia. “Siempre ha tenido muchas barreras”. Encontró en el baile su forma de escapar, era lo que le hacía feliz, “es lo que siempre ha amado y ha luchado por ello contra viento y marea, es lo que más ama”.
Estudió danza en una escuela de Vigo y siguiendo su sueño viajó a Madrid, “no tenía nada que perder y todo que ganar”. Luchó sin descanso, Se presentó a un casting para ‘El Rey León’ y estuvo cinco años en el espectáculo. Después se marchó a Hungría para seguir aprendiendo y completar su formación en ballet clásico.
“Como bailarina de color, huérfana y diferente a los estándares del clásico, siempre intento ver lo positivo que te ofrece la danza, si tú sólo piensas en bailar, en respirar danza al final del día, tú eres bailarina”, Dámaris Ruiz cuenta en el documental que “ser bailarina es todo y más”. “Aunque los sueños no se cumplan del todo, si insistes siempre llegará alguna recompensa”, es su mensaje para otras mujeres, “hagas lo que hagas, hazlo con amor, entrégate y disfruta cada día del camino”.
Ana tenía claro que el elemento que mejor define a Dámaris es el Aire: “la ves bailar y se te pone el pelo de punta, ves el aire que te transporta, es muy bonito”.
Fuego: Eva María Pérez
Eva María Pérez ha conseguido ser Top Model curvy. Actualmente no es raro ver modelos curvy en las pasarelas y en campañas publicitarias de grandes firmas pero no era habitual cuando Eva se propuso conseguirlo. “Lleva 20 años luchando por la diversidad de tallas”, explica Ana, “cuando decía ‘soy modelo’, se reían de ella”.
Eva se enamoró de la moda viendo a Claudia Schiffer. Con 21 años y poco más que sus sueños viajó desde su Asturias natal hasta Cataluña en busca de una oportunidad. “Siempre fui una mujer fotogénica, pero mis medidas no me dejaban cumplir mi sueño: ser modelo”, explica en el documental.
“Es muy perseverante, muy luchadora”, dice Ana. Su empeño le llevó a programas de televisión, a ser fotografiada por los mejores, a la portada de Interviú. Y se hizo un hueco en las pasarelas internacionales: “Trabajo en mundo de Barbies siendo la Nancy”.
Por eso, porque conoce muy bien las dificultades, “ayuda a otras mujeres a decir ¡claro que sí!, tú puedes entrar en la moda”, explica Ana y nos cuenta que el elemento que asoció con Eva fue el ‘fuego’ porque “es fuego, es pasión, es belleza interior y exterior”.
Agua: Juana Martín
Juana Martín es la primera diseñadora española en desfilar en la meca de la alta costura: Paris. “La primera mujer española, gitana, andaluza”, señala Ana, Hasta ahora, sólo dos diseñadores españoles lo habían conseguido, dos hombres: Balenciaga y Paco Rabanne.
“Juana está muy orgullosa de sus valores y de sus orígenes, ella suele decir que diseñadores puede haber muchos pero gitana se nace y Juana está orgullosa de ello, no cualquiera puede ser gitana”, dice Ana, “tiene muchísima fuerza, pelea mucho”.
Es autodidacta y, como las otras tres, se ha abierto camino a base de esfuerzo y de lucha. Y de no abandonar. “Desoía a la gente que me desviaba de mi camino, porque tenía claro dónde quería llegar", explica en el documental, "los sueños hay que trabajarlos y se consiguen con lucha y constancia”. Ahora, en lo más alto, afirma que jamás pensó “que podría conseguir tantas cosas” y su testimonio incluye otro sueño: que “la sociedad cambie, por la igualdad de la mujer y para que, por fin vivamos en una sociedad que no discrimine a nadie”.
Tierra: Estefanía Martínez
A Estefanía Martínez la interpretación le gustaba desde siempre. También el deporte y, sin dejar de actuar, se atrevió a entrar en un mundo donde no es habitual encontrar mujeres. El mundo de los especialistas de cine.
Como las demás, tuvo que superar muchos obstáculos para conseguir su sueño, una infancia difícil, bullying, las barreras de un mundo dominado por los hombres. “Fue una de las primeras mujeres en ser especialista de cine”, explica Ana, “antiguamente le ponían una peluca a un hombre para doblar a mujeres” .
Ahora es actriz y especialista de cine. Practica todo tipo de deportes y domina como nadie las escenas de acción: “Estefanía es como un terremoto, la ves como dulce, tan guapa y es una ‘bestia’, está muy preparada”, dice Ana. Con otras tres mujeres tan fuertes y valientes como ella formó el grupo ‘Las Walquirias’.
En el documental Estefanía explica que prefiere “malvivir haciendo lo que me hace feliz que tener una vida monótona y estable, pero ser profundamente desgraciada”. Sabe muy bien que la vida es lucha: “hay que estar preparado y saber perseverar, porque cuando crees que ya estás arriba, de repente vuelves a caer y tienes que luchar por volver a levantarte. Hay que seguir, la vida va de eso”.
Su mensaje para otras mujeres es “que no sueñen, que luchen, que peleen, que no se detengan, que sigan. ”El mundo es de las mujeres valientes, las que no se arrugan, las que no entienden la mirada reprobatoria de los demás”.
Ana, “Donde el viento me lleve”
En este documental hay una quinta mujer, la que ha buscado a estas mujeres, la que ha recogido su testimonio para lanzar el mensaje: Ana Prieto. Ha sido un trabajo de cuatro años, “lo he producido, lo he dirigido, todo lo he hecho yo, fui buscando mujeres que me inspiraran para el mensaje que quería dar y por eso lo llamé ‘donde el viento me lleve’”.
Es el primer largometraje documental que ha hecho, hasta ahora su trabajo era sobre todo ficción “y encima comedia”. Pero el tema de la mujer “ha estado siempre ahí latente”, desde el inicio de su carrera, en obras como el corto ‘Silencio’.
“Nos miran primero como mujeres y luego como profesionales”. Ana también ha recorrido un largo camino desde su primer corto (‘Asociación de hombres inmaduros’) que fue finalista en el NOTODOFILMS FESTIVAL 2001 hasta ‘Donde el tiempo me lleve’.
Dámaris, Eva, Estefanía y Juana han participado de manera altruista en el largo. “Agradezco su valentía, me han hecho sentir que, si quieres, puedes, me han transmitido esa energía, ser valiente para seguir, cada vez que quedaba con ellas era un chute de energía”.
“Todas tienen algo en común, son fieles a sus valores y a sus pensamientos, aunque a veces la sociedad no esté de acuerdo”. Un largo camino de cuatro años, mucho trabajo, muchas entrevistas, y un mensaje muy claro a las mujeres: No dejes nunca de perseguir tus sueños.