Jeremy Irons, 'el actor que gustaba a las mujeres inteligentes', cumple 75 años
Uno de los elegidos entre la veintena de actores y actrices galardonados con 'la triple corona', especializado en personajes oscuros, apasionado del arte... Jeremy Irons es uno de los actores más versátiles del panorama cinematográfico actual
Redacción
Apenas una veintena de actores y actrices han logrado lo que en el mundo del cine se conoce como 'la triple corona', es decir, que han sido merecedores de los premios Oscar, Tony y Emmy.
Dentro de esa veintena de intérpretes excepcionales, hay uno que destaca por su innegable capacidad para bordar personajes con un gran trasfondo emocional, personajes oscuros, tenebrosos e incluso malvados. Y ese es Jeremy Irons, que hoy cumple 75 años.
Jeremy Irons es uno de los actores más versátiles de las últimas décadas de la historia del cine. Un actor capaz de dotar de gran intensidad a un sinfín de personajes con diferentes personalidades y sin apenas rasgos en común.
Un actor elegante y tranquilo, pero con un intenso aire de misterio que parece esconder turbios secretos. Su innegable talento artístico le ha hecho merecer un luhgar destacado en el exclusivo círculo de actores de cine considerados como estrellas en todo el mundo.
Jeremy Irons, nació en Cowes, Isla de Wight (Inglaterra). Hijo de Paul Dugan Irons y de Barbara Anne Sharpe, en su infancia lo que más le atraía era el mundo de la música y formó en los años 60 un grupo llamado 'The Four Pillards Of Wisdom', en el que Irons tocaba la batería.
Tras abandonar su faceta como músico, estudió Interpretación en la Bristol Old Vic Theatre School después de desechar la idea de ser veterinario.
El joven Jeremy Irons cursó sus estudios en el Sherbourne School, en Dorset, y comenzó su relación con la escena matriculándose en el prestigioso Old Vic Theatre School.
Después se unió a la compañía de la escuela, donde se forjó en el teatro shakespeariano, pero también en obras de autores contemporáneos.
Irons se trasladó a Londres, donde haría su debut en el musical 'Godspell', interpretando junto al actor y cantante David Essex el papel de Juan el Bautista. Poco después empezó a aparecer en televisión en series como 'The Pallisers' o 'Love for Lydia'.
Su primera aparición en el cine fue en 'Nijinsky, una historia verídica' y, tan solo un años después, se produciría su despegue cinematográfico con 'La mujer del teniente francés'. La película fue un éxito de crítica y público y obtuvo cinco nominaciones al Oscar.
Sin embargo, la consolidación de Irons como actor llegaría, curiosamente, a través de la televisión; gracias a su participación en la serie 'Retorno a Brideshead', considerada como una de las obras maestras de la historia de la televisión.
A pesar de la enorme repercusión de este trabajo, el intérprete intentó que la fama no se le subiera a la cabeza. “La fama te daña a ti y a los que te rodean, por eso prefiero que mi vida sea lo más privada posible”, declaraba.
A partir de aquí comienzan a llegarle más ofertas, como la de 'Un amor de Swann', que obtuvo el BAFTA a la mejor película extranjera y donde Irons demostró sus posibilidades dentro del drama.
Inolvidable en 'La Misión'
Esto lo llevó a ser elegido para interpretar al padre Gabriel en el filme de Roland Joffé 'La misión', otro éxito internacional en el que le acompañaron auténticos monstruos de la interpretación como Robert de Niro o Liam Neeson y que se convirtió en un imprescindible del cine gracias a la inolvidable banda sonora de Ennio Morricone y a una no menos inolvidable interpretación de un Irons pletórico.
Lejos de asustarse por el éxito alcanzado, Irons decide aceptar el reto de interpretar a dos personajes gemelos, que mantuvieron al espectador en vilo pendientes de sus diferentes personalidades, en 'Inseparables'. Gracias a este papel obtuvo el premio al mejor actor en el Fantasporto.
Oscar al mejor actor
Tras este éxito, Irons protagonizó diferentes papeles en películas de escaso éxito, hasta que llegó 'El misterio Von Bülow'. Su papel como Klaus von Bülow le proporcionó el Oscar al mejor actor.
En la década de los noventa se le colgó la etiqueta de 'el hombre atractivo que gustaba a las mujeres inteligentes', quizás debido a su elección de historias atípicas, especializándose no ya sólo en el drama, sino en personajes atormentados.
El profesor de 'El país del agua', que tiene dificultades para relacionarse con sus alumnos y con su propia esposa; el miembro del Parlamento que se enamora apasionadamente de la prometida de su hijo en 'Herida'; o el diplomático francés que en 'M. 'Butterfly' desmonta su vida por amor a una cantante de ópera china que no es lo que parece ser, hicieron de Irons un actor de merecida fama y reconocimiento internacional.
El actor no se ha privado en su trayectoria artística de escoger los guiones que le parecían más interesantes, independientemente del género o de las repercusiones. Así lo demostró al aceptar su papel en 'Lolita', un film no exento de polémica y del que el actor dijo que había sido uno de los que más le había costado protagonizar.
Por otro lado, tentó la animación prestando su voz al malvado Scar de 'El rey león' y se curtió en el gimnasio para encarnar a otro villano, el antagonista de Bruce Willis en 'La jungla de cristal III: la venganza'.
La casa de los espíritus
Sus trabajos a las órdenes de directores europeos incluyeron 'La casa de los espíritus' o 'Belleza robada', por la que fue nominado al Golden Satellite como mejor actor. Otra joya exótica de su filmografía fue 'La caja china'.
El siglo XXI comenzó siendo especialmente fructífero para el actor, que intervino en cinco títulos; entre ellos 'La máquina del tiempo', 'Against the Current' o 'Callas forever'.
Sus últimos trabajos fueron la coproducción europea 'Matilde', la adaptación del drama de Shakespeare 'El mercader de Venecia', la romántica 'Conociendo a Julia' y la epopeya medieval de Ridley Scott 'El reino de los cielos'.
En mayo de 2005 recibió el premio William Shakespeare (popularmente conocidos como "Will") por su trabajo en el teatro clásico. Ese mismo año estrenó para el cine 'El mercader de Venecia', en la que se mide con un magnífico Al Pacino.
Tras esto, llegarían éxitos como 'El ladrón de palabras', 'Hermosas criaturas', 'El hombre que conocía el infinito' o 'Su mejor historia', films que compaginaría con un nuevo repertorio de papeles de gran tirón en títulos tan populares como 'Batman v Superman: El amanecer de la justicia', 'Assassin´s Creed' y 'La liga de la Justicia'.
En 2024 estrenará los filmes 'Eternal Return' y 'The Beekeeper'.
A pesar de su interminable listado de éxitos y premios, Jeremy Irons siempre ha manifestado que jamás sintió verdadera pasión por su oficio. De hecho es una estrella internacional poco dada a los focos y la popularidad y celoso de su vida privada, aunque no exento de un cierto toque excéntrico.
Se casó con Julie Hallam en 1969, de la que posteriormente se divorció. En 1978 volvió a casarse, esta vez con la actriz irlandesa Sinéad Cusack. Tuvieron dos hijos, Samuel "Sam" Irons (1978), fotógrafo, y Max Irons (1985), también actor. Ambos aparecieron en películas con su padre.
Es el orgulloso propietario de Kilcoe Castle, un impresionante castillo del siglo XV, situado en el condado irlandés de Cork. El castillo, que es un popular destino turístico, fue pintado de color melocotón por su orgulloso propietario. Seguro que no pasa desapercibido.
Pionero del lazo rojo
Jeremy Irons es un apasionado defensor de la investigación sobre el SIDA, y fue uno de los primeros actores en exhibir públicamente un lazo rojo en su ropa en el año 1991, cuando acudió a una entrega de premios con este símbolo en su solapa. Con ello, muestra su apoyo a la investigación sobre el sida y sensibiliza sobre la causa.
Además, es embajador de buena voluntad de la ONU para agricultura y alimentación desde 2011.
Fanático del fútbol y del arte
Dentro de sus pasiones, figuran su amor por el fútbol inglés y el arte.
Es un apasionado aficionado al fútbol inglés, con especial afinidad por el Portsmouth F.C. El actor asiste a menudo a los partidos y suele expresar su entusiasmo en las redes sociales. Incluso es conocido por vestir los colores del equipo cuando asiste a eventos.
De su amor por el arte dejó constancia con su participación en el documental 'Un paseo por el Museo del Prado con Jeremy Irons' en 'Pintores y reyes del Prado', lo que le trajo a visitar nuestro país, provocando la estupefacción de muchos visitantes del Museo, que no daban crédito cuando se lo encontraron recorriendo sus salas.
Porque Jeremy Irons no solo es 'el actor que gustaba a las mujeres inteligentes', sino 'el actor que gustaba al público inteligente'.