La leyenda del ‘Manco de Lepanto’: ¿Perdió realmente el brazo Cervantes?
El mito nace de un uso antiguo de la palabra manco, muy distinto al actual
La leyenda del “Manco de Lepanto” acompaña a Miguel de Cervantes desde hace siglos, pero su origen no es del todo exacto. Aunque muchos creen que Cervantes perdió la mano en la batalla de Lepanto, lo cierto es que nunca se la amputaron.
Durante el combate recibió un arcabuzazo que le destrozó la mano izquierda. Tras ser atendido, la extremidad quedó prácticamente inutilizada, rígida, con forma de garra, lo que en el lenguaje de la época se consideraba ser “manco”.
En aquel tiempo, el término no significaba necesariamente carecer de la mano, sino no poder usarla con normalidad. Por eso Cervantes pasó a la historia con ese sobrenombre, aunque su significado moderno nos lleva a interpretarlo de otra manera.
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