Un triple sobre la bocina rescata al Real Madrid (76-73)

  • Suma la octava victoria ante el Brose Basket en Euroliga
Rudy Fernandez con el Real Madrid
Rudy Fernandez con el Real Madrid |Telemadrid

El Real Madrid sumó su octava victoria (8-1) en el 'Top 16' de la Euroliga después de superar de forma sufrida (76-73) al Brose Baskets alemán.

El conjunto blanco pareció no aprender la lección. A pesar del susto ante el Alba de Berlín la última jornada, los de Laso pareció pensar que simplemente con un vertiginoso ritmo y su talento bastaría para doblegar al colista de grupo y un equipo que jamás había ganado un encuentro en el 'Top 16' de la Euroliga (0/15 tras esta derrota).

Sin embargo, en situaciones de alta exigencia, relajarse es sinónimo de derrota. Y precisamente esa sensación paladearon los locales sobre todo durante la primera parte.

Porque a pesar de que a Chris Fleming, técnico alemán, no le gustaba aceptar el intercambio de golpes, se encontró un contexto que invitaba a ello. Y estuvo a punto de derivar en un triunfo tan inesperado como de prestigio.

MALA DEFENSA

La defensa madridista no hacía acto de presencia y primero Jeremiah Massey, motivado por reencontrarse con un ex equipo (10 puntos en el primer cuarto) y después el eslovaco Anton Gavel (tres triples para 11 puntos en el segundo período) pusieron cara al peligro.

El Brose Baskets, que conectó siete de sus primeros nueve intentos de tres puntos, mandaba y, además, se lo creía (27-35, min.15), porque en el Real Madrid, salvo la superioridad interior de Carlos Suárez ante su par, reinaba la apatía.

El electrónico al descanso (39-41) se trataba de algo más que un aviso, por ser reincidente. Los de Laso necesitaban despertar. Sin embargo, si Massey y Gavel habían pasado a plano principal en los dos primeros períodos, fue Maik Zirbes el que lo hizo en el tercero.

El pívot alemán, jugador que más faltas comete esta temporada en la Euroliga, le anotó diez puntos seguidos al Real Madrid en el tercer cuarto. Mandó a Begic, superado, al banco y de paso aumentó el ritmo cardíaco de Pablo Laso, que no daba crédito a lo que veía.

El Brose Baskets, con un baloncesto sencillo en ataque y una enorme capacidad solidaria en defensa, ponía en jaque el único feudo inexpugnable de la máxima competición continental. A los locales se les acababa el tiempo. Las urgencias eran reales.

CAMBIA LA TÓNICA

Incluso necesarias (57-64 min.32). Tres canastas consecutivas de Jaycee Carroll y Rudy Fernández, hasta entonces desaparecidos, pusieron la primera piedra.

El partido estaba igualado y, lo más importante, el clima competitivo del equipo había cambiado. Se percibía hambre.

Por fin. Un 13-0 de parcial deshizo toda la montaña de esperanza que, grano a grano, había construído durante más de treinta minutos el Brose Baskets, que sólo sumó dos tantos en los seis minutos siguientes.

Viendo el premio tan cercano, tocándolo con los dedos, los alemanes se agarraron a Walsh, que apretó el marcador con un minuto y medio por jugar (70-69). Zirbes agrandó el problema empatando (73-73) a sólo ocho segundos del final.

Entonces Rudy Fernández desequilibró, dividió la zona y buscó a Draper, solo en la línea de tres. Su triple entró y el Real Madrid respiró, pero al mismo tiempo volvió a comprobar que en la Euroliga, si se aspira a lo máximo, no valen medias tintas.

FICHA TÉCNICA:

REAL MADRID: Rodríguez (3), Fernández (9), Suárez (7), Hettsheimeir (8) y Begic (8) - cinco inicial-- Llull (7), Draper (6), Carroll (11), Slaughter (6), Reyes (2) y Mirotic (9)

BROSE BASKETS: Tadda (5), Gavel (15), Jacobsen (5), Massey (11), Zirbes (14) - cinco inicial-- Walsh (10), Ford (9), Ogilvy (4) y Neumann (-)

PARCIALES: 21-20, 18-21, 18-19, 19-13

ÁRBITROS: Borys Ryzhyk (UCR), Srdan Dozai (CRO) y Anastasios Piloidis (GRE). Sin eliminados.

PABELLÓN: Palacio de los Deportes. 6.142 espectadores