Los últimos siete días vividos por el Alcorcón, en los que solo sumó un punto de nueve ante rivales de la zona baja y de nuevo hubo un cambio en el banquillo, han derivado en una auténtica semana negra que hace ver al conjunto alfarero el futuro del mismo color.
Esta semana la tenía marcada en rojo el Alcorcón. Primero se enfrentaba al Ibiza, después al Girona y por último al Amorebieta, tres equipos en apuros ante los que la consigna era clara, ganar.
Poca pegada en ataque
El primer partido, contra el Ibiza (0-2), volvió a destapar las carencias de un Alcorcón que es incapaz de plantar cara a sus rivales. Fallos defensivos, poca pegada en ataque y un juego plano y demasiado previsible es lo que demostró sobre el césped el conjunto alfarero.
Esa derrota fue la gota que colmó el vaso para que la directiva y la dirección deportiva decidieran prescindir de Jorge Romero, que el 18 de septiembre había sustituido a Juan Antonio Anquela y que durante los siete partidos al frente del Alcorcón logró una victoria, un empate y cinco derrotas con cinco goles a favor y quince en contra.
El elegido para el banquillo fue, de nuevo, Fran Fernández, que ya estuvo en el club la temporada 2019-2020.
Un punto de nueve posibles
Con apenas un entrenamiento dirigido, el técnico almeriense fue a Girona, dónde en Montilivi el equipo se vio claramente superado por el conjunto catalán (3-1), que con esos tres puntos despegó en la clasificación para alejarse de la zona baja.
El tercer rival de la semana era el Amorebieta, otro ante el que no se podía fallar al ser penúltimo. De nuevo un mal resultado (2-2). El equipo madrileño empezó perdiendo, igualó la contienda, encajó en el tiempo añadido un gol que parecía condenarle a otra derrota pero en la última jugada apareció Marc Gual para rescatar un punto.
Las sensaciones mejoraron un poco frente al Amorebieta aunque el punto es un bagaje insuficiente para el Alcorcón, que se mantiene en una situación crítica con ocho puntos, a otros ocho de la salvación que ahora mismo marca el Burgos, un recién ascendido.
Ante el Eibar
La próxima jornada el Alcorcón se mide en Ipurua al Eibar, segundo clasificado y un rival nada propicio para intentar revertir la mala dinámica.
Lo primero, y más importante para el Alcorcón, es tratar de mantener su portería a cero, puesto que con 31 goles encajados en quince jornadas la media es de más de dos tantos recibidos por encuentro, una losa que inevitable les está acercando al descenso.