David Ferrer cayó derrotado este sábado en las semifinales del ATP 500 de Valencia por 4-6 y 5-7 ante el escocés Andy Murray, por lo que el de Jávea se verá obligado a apretar los dientes para obtener un buen resultado la próxima semana en París en aras de clasificarse para la Copa de Maestros en Londres.
Se trataba de la tercera semana consecutiva en la que ambos contendientes se enfrentaban, con una victoria de Ferrer en octavos en Shangai y una dolorosa derrota el domingo pasado en la final de Viena, que se le escapó al español tras un favorable 5-3 en el marcador, y que a la postre se convirtió en el definitivo 7-5. Ahora, el británico tiene a tiro, si conquista este domingo su 31º título ATP, un billete para estar entre los mejores en la capital inglesa.
SE COMPLICA EL CAMIN O A LONDRES
'Ferru', que el viernes alcanzó su victoria número 600 en la ATP, tampoco pudo esta vez con la intensidad del galo, ni siquiera ante su público. Empezó cediendo terreno desde el primer juego -en el que Murray rompería el servicio del alicantino- y a continuación se situaría 0-2, preludio de lo que iba a ser el primer set, en el que el español fue a remolque constantemente y, aunque lo intentó en reiteradas ocasiones recortando ventaja al escocés, terminó cayendo por 4-6.
Con el primer set perdido, y un parcial de 0-3 en el segundo set, parecía que el español iba a durar poco ante su oponente. Sin embargo, Ferrer se rehizo como es habitual en él y le dio la vuelta al envite. 4-3 y a partir de ahí el partido se convirtió en un toma y daca por parte de ambos contendientes.
Hasta que con un 5-5 muy ajustado, y llegando a sacar ventaja Murray en dos ocasiones, sería esta vez el escocés quien cambiara las tornas en el enfrentamiento. A la tercera fue la vencida. De nuevo, y con el 5-6, otro juego muy disputado en el que 'Ferru' pudo forzar el tercer set hasta en tres ocasiones, aunque finalmente sería Murray quien pasara a la final, donde podría medirse a otro español Tommy Robredo, que se mide a Jeremy Chardy en la otra semifinal en el Ágora.
