Ocho años han pasado entre el primer ascenso del Leganés a la máxima categoría del fútbol español y el segundo, logrado recientemente. Puede parecer un periodo de tiempo corto, pero el director deportivo Txema Indias es el único, junto al fisioterapeuta Carlos Carballo, que ha permanecido de continuo en el club de cuantos están vinculados a la parte deportiva.
"El otro día, una persona del fútbol me decía que era un superviviente, el único que queda. Son nueve temporadas en las que ha pasado gente muy importante por el club; incluso dos propiedades, que es muy difícil aguantar o que te aguanten porque pueden traer métodos nuevos o confiar en su gente y que sobremos los que estábamos", explica Indias.
"He visto crecer la ciudad deportiva, el club, la valoración que nos hacen desde fuera incluso en Segunda... es muy bonito echar la vista atrás, ver dónde entrenábamos con un vestuario pequeñito. Ahora las instalaciones son mucho mejores, el crecimiento va a ser aún mayor y creo que el club en estas nueve temporadas ha evolucionado muchísimo", añade.
El director deportivo de la entidad blanquiazul considera que los dos ascensos "son distintos" y que ha visto "mucha diferencia entre conseguirlo en casa y fuera": "Lo que se ha vivido esta semana en Leganés con la afición, llegar al estadio, cómo han recibido al equipo... toda esa ilusión se vivió en Miranda pero con un porcentaje menor de personas".
Lograr el objetivo ha sido gratificante para él, pero también hacerlo con varios jugadores que han vuelto para disfrutar de una segunda etapa, algunos de los cuales han asegurado públicamente que su presencia ha sido importante para tomar esa decisión.
"Te enorgullece que ves o crees que muchos de ellos han vuelto porque me conocen de la etapa anterior y creían que era el sitio bueno por el trato que les damos. No solo yo, en la Instalación Deportiva hay mucha gente a mi alrededor que también hace que los jugadores estén cómodos y se sientan como en familia".
"Que en este mundo, donde parece que todos somos un poco mercancía, los jugadores valoren ese aspecto humano no está pagado con contratos o con un ascenso. Esas relaciones personales para mi son lo más importante", resalta.
"No es convencerles ahora, es tratarles bien cuando están aquí. Diego Conde ha sido este año el portero de Segunda, por así decirlo; y Miguel de la Fuente junto con Diego García han metido 25 goles. Pero si echo la vista atrás, cuando estuvo Diego aquí vino muy joven con dos porteros de mucho nivel y quiero recordar que jugó dos o tres partidos. Miguel -renovado hasta 2028- en la primera vuelta pisó el campo muy poco y en muchos partidos incluso ni estuvo convocado", recuerda.
Por ello cree que "los que tienen un valor brutal son los que menos participación han tenido, porque no han bajado el listón nunca": "A Diego y a Miguel en su día les pasó eso y cuando estuvieron en ese momento de debilidad deportiva, estuve muy cercano a ellos. Si tu te comportas bien con ellos y tienes un trato humano y cercano, te lo recompensan doblándotelo".
Ahora volverá a Primera a su lado. Otros se quedarán por el camino: "Es una situación que a mí me duele mucho, pero en el momento que creamos que alguno no tiene que seguir lo mejor es sentarse o llamar por teléfono y decírselo a la cara. Es el momento más duro".
Forma parte de una planificación deportiva y de un criterio personal que convive con otros factores como el Big Data, por el que siempre ha apostado la nueva propiedad: "Fue complicado al inicio. La propiedad trajo un pensamiento y creo que siguen con él. Tampoco quiero que quede que estoy en contra del Big Data porque eso no es así, no es cierto. De hecho me apoyo también en él, en los datos físicos, en el dato personal. Y mucho en el ojo clínico más allá de que me equivoque".
"Todas esas cosas hay que meterlas en una coctelera e intentar fallar lo menos posible, aunque siempre cometeremos errores. Solo basarte en una de esas piezas no me parece lo más correcto. Para mi lo más importante de todo es ver a los jugadores en directo, a lo largo de muchos partidos y muchas temporadas.
Los métodos tienen que implantarse poco a poco y es muy difícil que de un día a otro se pueda hacer. Estoy abierto a todos los métodos porque toda la ayuda que tengamos en este mundo es poca", afirma.
Ahora afronta un verano por delante en el que espera acertar con los fichajes en una realidad, la de la elite, que ya conoce: "Lo que me enseñó nuestro paso por Primera es que desde el principio tienes que tener claro cuál es tu mercado. Si piensas que tu mercado es otro, por el camino los jugadores que pertenecen a tu mercado real se empiezan a ir".
Eso no quita que se escapasen antaño futbolistas que a día de hoy parecen inalcanzables: "Ha habido algún caso de algún jugador que tuvimos muy cerca. Sin ir más lejos, Takumi Minamino. Lo tuvimos para firmarlo, al final no se hizo entre otras cosas porque era extracomunitario, y tuvo una eliminatoria con su club contra el Liverpool, les encantó, y a los seis meses firmó con ellos".
Todo ello forma parte de un día a día que, desde que llegó, nunca ha querido vivir en otro sitio: "Siempre he dicho lo a gusto que he estado aquí, lo que se me ha valorado. Ha habido momentos de críticas y lo puedo entender".
"Hay ahora momentos de pensar que todos somos muy buenos y sé que esto puede cambiar en dos meses. Me siento muy identificado con este club. Si te llaman de otro lado lo que tienes que hacer es escuchar y no despreciar jamás a nadie, pero me siento tan a gusto que por ahora doce meses más todavía me vais a tener que aguantar".