El serbio Novak Djokovic jugará el próximo domingo su segunda final de Roland Garros, tras haber derrotado en semifinales al letón Ernests Gulbis por 6-3, 6-3, 3-6, 6-3 en dos horas y 34 minutos.
Será una nueva oportunidad para el número dos del mundo de sumar el único Grand Slam que no tiene en su palmarés, lo que le igualaría con el británico Fred Perry, los estadounidenses Don Budge y André Agasi, los australianos Rod Laver y Roy Emerson, el suizo Roger Federer y Rafa Nadal.
Djokovic cedió el segundo set del torneo ante un jugador que alcanzó su techo en un Grand Slam en estas semifinales, pero que dejó en el camino a dos top 10, el checo Tomas Berdych y, sobre todo, el suizo Roger Federer. El serbio fue de más a menos y estuvo a punto de complicarse el partido a causa del calor.
'NOLE' SE QUEJA DEL CALOR
"Los dos primeros sets han sido muy buenos para mi, luego él cometía menos errores y me resultaba muy difícil mantener la concentración por las condiciones climáticas", afirmó el serbio desde la pista, enrojecido por el calor y jadeante por la fatiga. Ganó fácil los dos primeros sets, en los que Gulbis fue incapaz de concretar ninguna de las bolas de partido de que dispuso, mientras que Djokovic presionó constantemente el saque del letón.
El panorama cambió en el tercer set, sobre todo porque el calor que hizo en París, donde se alcanzaron los 27 grados, comenzó a hacer mella en los dos tenistas, pero sobre todo en Djokovic, que bajó el pistón de forma ostensible. Gulbis dispuso de varias oportunidades para romperle el servicio, pero no lo logró hasta el octavo juego, cuando se colocó con 5-3 y servicio, ocasión que no desperdició para alargar la contienda.
Molesto, Djokovic rompió su raqueta contra la arcilla, pero entendió entonces que había que ponerse el traje de trabajo para cerrar el partido. Se colocó una visera para protegerse del sol y rompió en el segundo, aunque Gulbis recuperó en el siguiente.
El letón fue paulatinamente marchándose del partido, por el cansancio, el calor y la creciente desconcentración, mientras que Djokovic, pese a la fatiga, se mantuvo entero. El serbio volvió a hacerse con el servicio de su rival en el octavo juego del cuarto set y firmó así su clasificación para la final.
UN ESPAÑOL, EN LA FINAL JÚNIOR
El júnior español Jaume Antoni Munar Clar, séptimo cabeza de serie, se clasificó para la final de Roland Garros al derrotar al francés Quentin Halys, quinto favorito, por 6-4 y 6-2.
Su rival en la final, que se disputará mañana, será el ruso Andrey Rublev, cuarto favorito, que derrotó al brasileño Orlando Luz, segundo, por 7-5, 6-3.