El Chelsea obtuvo hoy un contundente triunfo ante el Blackpool (4-0) y sumó la quinta victoria consecutiva en la Premier, mientras el Liverpool de Fernando Torres cayó en el clásico contra el Manchester United (3-2).
El vigente campeón de la Liga inglesa se adelantó muy pronto en el marcador, con un tanto del marfileño Salomon Kalou en el segundo minuto de partido que animó al conjunto de Carlo Ancelotti para engrandecerse y hacer tres goles en la primera media hora, gracias al acierto del francés Florent Malouda y del marfileño Didier Drogba.
Un cuarto gol a punto de llegar al descanso, también de Malouda -que acumula ya cuatro en la competición-, garantizaba ya al equipo del zaguero brasileño Alex un éxito a los que acostumbra desde el arranque de la temporada.
Quizá los antecedentes del Chelsea y el hecho de que su rival de este domingo fuera un equipo recién llegado a la Primera División inglesa después de cuarenta años sean motivos suficientes para la falta de sorpresa por el último resultado de los "blues".
Más allá del espectáculo en Stamford Bridge, la jornada estuvo marcada por el Manchester United-Liverpool en Old Trafford, donde los Diablos Rojos vencieron con tres goles del búlgaro Dimitar Ivanov Berbatov (3-2).
La derrota pudo haber sido más amarga para el Liverpool sin la inteligente actuación del español Fernando Torres, al que le cometieron una falta dentro del área que permitió el primer gol, de penalti, para los "reds" en uno de los clásicos del campeonato inglés.
Sin su lesionado extremo ecuatoriano Antonio Valencia, que se espera que esté de baja hasta febrero, el Manchester afrontaba un partido importante en sus aspiraciones ligueras.
Para el Liverpool, además de no perder más comba respecto a los equipos actualmente en zona europea, era la ocasión de tomarse una cierta revancha de la última vez que estos dos equipos se vieron las caras en Old Trafford, a principios de este año, pero en la anterior temporada liguera, donde ganó el Manchester (2-1).
El dominio del conjunto local desde que arrancó el encuentro fue indiscutible, como lo demostraron sus diez disparos a puerta en la primera parte -frente a los dos del Liverpool- y los seis saques de esquina a su favor, el doble que los "reds".
La excelente presión del United, que se instaló en el campo contrario casi de manera permanente, dio sus frutos con el tanto del 1-0, el primero de Berbatov, en remate de cabeza y a falta de tres minutos para el descanso.
Así llegaron al descanso los dos tradicionales rivales de la Liga de Inglaterra, en la que el Liverpool lleva 20 años esperando lograr su decimonoveno título.
La cita encerraba una gran rivalidad entre aficiones, siempre presente en este derbi pese a los sólo 48 kilómetros que separan las ciudades de ambos equipos, pero también una vieja amistad entre los dueños de cada banquillo.
Fue la primera vez que Sir Alex Ferguson (Manchester United) y Roy Hodgson (Liverpool) se veían cara a cara desde que este último sustituyó, ya terminada la pasada temporada, al español Rafael Benítez como técnico del Liverpool.
La vitalidad del encuentro creció en la segunda mitad, también bajo la lluvia y en la que volvió a destacar Berbatov, con su segundo tanto en la portería defendida por el meta español Pepe Reina.
Cuando todo parecía estar perdido para el Liverpool, un cambio de actitud en los visitantes trajo consigo la igualada en tan sólo seis minutos: dos goles de su capitán Gerrard, el primero de penalti cometido sobre Fernando Torres.
Los de Hodgson habían sabido mover más el balón y Torres empezaba a complicar la existencia a la defensa del United, de la que todavía se ausentó Rio Ferdinand.
Pero Berbatov impidió que se completará la remontada del Liverpool, al lograr un 3-2 (m.84) que ya se convertiría en definitivo.
Mientras tanto, en casa del Wigan, el Manchester City conseguía su segunda victoria de la temporada en la Premier, la primera a domicilio, y con ella se igualó en puntos (once) dentro de la tabla al Manchester United y al Arsenal.
Un primer tanto del internacional argentino Carlos Tévez a dos minutos del descanso permitió a su equipo respirar más tranquilo, que inició la segunda parte con ganas de aumentar esa ventaja y asegurarse el encuentro, lo que hizo en el minuto 70, por medio del centrocampista marfileño Touré Yayá.
El combinado dirigido por Roberto Mancini llegó a esta cita con sus vecinos de Wigan tras su exitoso debut en la Liga Europa el jueves, donde venció por 0-2 al Salzburgo, con tantos del español David Silva y del brasileño "Jo" Alves.
Pese a ese viaje a mitad de semana, el City mostró más armas que sus rivales, entrenados por el español Roberto Martínez, para controlar el partido y superar su defensa, en la que jugaron el hondureño Maynor Figueroa y el paraguayo Antolín Alcaraz.
Con sólo cuatro puntos en la clasificación, el Wigan terminó esta quinta jornada de Premier en terreno de descenso, junto al Everton de Mikel Arteta, que perdió el sábado en su campo contra el Newcastle.
La jornada anterior integró también el enfrentamiento del Arsenal con el Sunderland a domicilio, en el que abrió el marcador Cesc Fábregas pero los locales consiguieron empatarlo a tiempo (1-1).