Justa clasificación del Barcelona para los cuartos de final de la Champions League, aunque el triunfo de los culés ha dejado un regusto amargo en Londres, donde se quejan tanto de la expulsión de Van Persie, que dejó al Arsenal con 10 jugadores a falta de media hora de partido, como de que los futbolistas del Barcelona no recibieran ninguna tarjeta amarilla a pesar de la dureza exhibida por alguno de ellos.
Wenger, que suele ser un entrenador exquisito en eduación y respeto hacia el rival, se encaró con el árbitro, el suizo Massimo Busaca, al final del encuentro, quejándose de la expulsión de Van Persie por seguir una jugada cuando ya se había pitado fuera de juego. El Barcelona tenía media hora para marcar los dos goles que necesitaba frente a diez jugadores. Y lo logró.
La otra queja de Wenger fue el trato diferente hacia ambos equipos, con varias tarjetas para los ingleses y ninguna para el equipo azulgrana. Hasta Guardiola tuvo que defender en rueda de prensa el juego de su equipo y tuvo palabras de reproche hacia Wenger por la actitud del entrenador francés del Arsenal.
Como ya ocurrió la temporada pasada, el Barcelona eliminó al Arsenal y ya espera rival en los cuartos de final de la Champions League.