La delegación española ha conseguido en estos 15º Mundiales de natación de Barcelona el récord histórico nacional de medallas en una cita mundialista al superar con la última presea de Mireia Belmonte, que ha conseguido tres en total, las once ganadas en Roma 2009, y es que Belmonte, la plata de Melani Costa, las siete de las sirenas de la 'sincro' y el oro de las 'guerreras' de waterpolo hacen escalar a doce las logradas en la capital catalana.
Empezaron las 'sirenas' de la sincronizada a sumar. Venían de un año complicado, en que se cambió el equipo técnico y se pasó por los juzgados en el adiós de Anna Tarrés, la entrenadora más exitosa.
Se fue también Andrea Fuentes por motivos personales, dejando huérfano de capitana y de solista al equipo, y por ello las siete medallas, las mismas que en Roma aunque de menor peso, tienen un valor especial.
Tras estas siete medallas todavía se veían lejos las once de Roma, pero todavía había esperanzas puestas en el waterpolo, ambos equipos, y en una Mireia Belmonte que venía de hacer dos platas en los Juegos Olímpicos de Londres. Además, se pensaba en Rafa Muñoz, Aschwin Wildeboer, Melani Costa, y parte de las esperanzas se materializaron en medalla.
ORO PARA LAS GUERRERAS
Pese a que los chicos de Rafa Aguilar pincharon en cuartos de final del waterpolo contra Italia, haciendo imposible la revancha de la final olímpica en los Juegos de Barcelona '92, las piscinas Bernat Picornell devolvieron la justicia por la vía femenina. Las increíbles 'guerreras' de Miki Oca no son solo subcampeonas olímpicas, sino que ya son campeonas del mundo.
En una competición brillante, en que las españolas fueron un equipo sólido para ir pasando de roca en roca por grandes que fueran, acabaron con el oro al cuello. Las Ester, Espar, Pareja, Maica García o Tarragó, consiguieron la revancha olímpica contra Estados Unidos en cuartos, remontaron un 9-12 en contra en semis contra Hungría y, en la final, no dieron opción a las gigantes 'aussies' de Australia.
MIREIA NUNCA FALLA
Mientras, en la piscina del Palau Sant Jordi, la natación contribuyó a las doce medallas haciendo un propio récord dentro de la natación, con cuatro, superando los mejores resultados de su historia al batir las tres medallas conseguidas en Roma 2009 y mejorando los tres bronces de entonces con las tres platas, de Mireia Belmonte en 200 mariposa y 400 estilos y de Melani Costa en 400 libres, y el bronce de Belmonte en 200 estilos.
Además de superar el récord, el Palau Sant Jordi ha sido talismán para conseguir además de innombrables récords de España un total de cuatro preseas y tres subcampeonatos mundiales incluidos gracias a la explosión de las nadadoras nacionales. Si en Roma fueron Rafa Muñoz, en dos ocasiones (50 y 100 mariposa), y Aschwin Wildeboer (100 espalda) quienes subieron al podio, aquí en la capital catalana ha sido Mireia Belmonte.
Natural de la vecina Badalona, quien se ha llevado casi todo el protagonismo al conseguir ser chica de plata en dos de las siete disciplinas en que ha nadado, con un total de tres medallas y rozando el cincuenta por ciento de efectividad en este sentido.
Por si hacer medalla no fuera complicado de por sí, nadó el domingo los 400 estilos, prueba en que no está especializada, con un incipiente proceso gripal y aún así hizo plata a 80 centésimas de la ganadora, la húngara Hosszu, repitiendo la hazaño del bronce en los 200 estilos. Su mariposa y su libre son increíbles, y su mejora en espalda y braza pueden haber abierto una nueva vía al oro para la catalana, gran anfitriona y triunfadora en sus Mundiales.
Por su parte, la balear Melani Costa hizo historia con su plata en 400 libres. En esta prueba en que Belmonte no pudo entrar en la final, Costa lo hizo por la puerta grande y salió de ella como subcampeona del mundo, con récord personal y de España y con su primera presea mundialista al quedar cerca de una de las estrellas de estos Mundiales, la cuatro veces campeona Katie Ledecky, y por delante de la neozelandesa Boyle. Además, fue quinta en los 200 libres en una prueba en que se codeó otra vez con Franklin, Pellegrini o Muffat, grandes entre las grandes.