En Valencia y en Manresa. En ambas ciudades manifestantes anti Israel querían impedir la celebración de los partidos de la Euroliga de baloncesto.
La Policía blindó el Pabellón Roig Arena con 500 efectivos horas antes del encuentro. El despliegue de seguridad propició la llegada del Hapoel de Tel Aviv para disputar el choque a puerta cerrada.
Las protestas continuaron mientras se jugaba el partido y la tensión iba en aumento. La Policía intentaba disolver a los manifestantes. Las cargas policiales terminaron con cinco detenidos, varios heridos y tres agentes contusionados.El Hapoel de Jerusalén llegó al Nou Congost de Manresa escoltado por la Policía. Las protestas a las puertas del pabellón no consiguieron el objetivo de suspender el partido. La manifestación se resolvió sin más incidentes.