El tenis estable del alemán Alexander Zverev, su martillo de revés y un saque demoledor con el que no cedió ni un solo punto de rotura, fueron las armas para derrotar al austríaco Dominic Thiem por 6-4 y 6-4 en la final, y lograr por primera vez el título del Mutua Madrid Open, y su tercer torneo categoría Masters 1.000.