El Mundial de Brasil dio el pistoletazo de salida con la ceremonia de inauguración, un espectáculo plagado de color que estuvo marcado por su brevedad -no alcanzó la hora- y que se celebró dos horas antes del primer encuentro entre la anfitriona y Croacia, celebrada en el estadio Arena Corinthians de Sao Paulo.
La ceremonia fue una fiesta impregnada del carácter brasileño que incluyó árboles andantes, tambores de Olodúm y música de Pitbull, en una ceremonia algo más austera de lo esperado en un país que prometió emocionar al público desde el primer al último minuto del torneo.
AMARILLO EN LAS GRADAS
Los 50.000 espectadores que tiñeron de amarillo las tribunas del Arena Corinthians de Sao Paulo vibraron con la música que invadió el estadio, mientras los bailarines representaron coreografías que mezclaban exóticas flores de la Amazonia y jugadores de fútbol.
Cada minuto de la exhibición necesitó más de 200 horas de trabajo, según informó la FIFA, justo antes de que varios árbitros 'expulsasen' a los bailarines para dar paso a un grupo de figurantes que aparecieron disfrazados de balón. Fue entonces cuando llegó el momento más deseado.
El público rugió cuando Jennifer Lopez, Pitbull y la cantante brasileña Cláudia Leitte emergieron desde dentro de una enorme pelota colocada en centro del campo para interpretar la canción del Mundial, la cual provocó el éxtasis en la grada.
Cientos de operarios, de manera instantánea, invadieron el terreno de juego para desmontar la estructura del espectáculo y desnudar el césped donde Brasil y Croacia disputarán el primer partido del Mundial, correspondiente al Grupo A.