UEFA | EUROPA PRESS
(Actualizado

El proyecto de la Superliga, respaldado por Real Madrid, Barcelona y Juventus Turín, se enfrentó este lunes a la oposición de UEFA, FIFA, la Liga, la Federación Española, una veintena de países y la Comisión Europea en el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE), que ya ha comenzado a dirimir si la oposición de UEFA y FIFA a su creación es contraria a la norma europea.

Tras un periplo judicial que culminó en la derivación del caso a Luxemburgo por parte de un juzgado madrileño, la vista ante los quince jueces europeos dio comienzo este lunes con las exposiciones de todas las partes y proseguirá este martes con las que no han tenido tiempo de pronunciarse hoy y una ronda de preguntas de los jueces a los letrados.

Los primeros intercambios dialécticos entre los abogados de la Superliga y su entidad asesora A22 Sports Management, por un lado, y del resto de las partes, por otro, reflejaron desde el primer momento el choque entre dos visiones del fútbol europeo: la que tilda a la UEFA de un "monopolio" que restringe la libertad de los clubes y la que cree que la Superliga expulsa con su modelo a los clubes más humildes.

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Así lo expuso en su intervención el abogado de la UEFA, Donald Slater, que consideró la "idea de una liga cerrada de los clubes más ricos dirigida por una entidad orientada exclusivamente a la obtención de beneficios económicos" como "incompatible con el modelo deportivo europeo y el mérito deportivo".

"Estos clubes querían tenerlo todo. Querían seguir participando en competiciones nacionales, pero quedar exentos de los principios de mérito deportivo y solidaridad que las sustentan. La Superliga habría asestado un golpe fatal al modelo deportivo europeo (...) que ha convertido a Europa en el mejor lugar del mundo para jugar y disfrutar el fútbol. La UEFA está aquí para defenderlo", aseguró Slater.

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Tanto Slater como su homólogo de la FIFA, Álvaro Pascual, compartieron la percepción de que el deporte europeo "no es un mero vehículo comercial, sino también social y educativo", y coincidieron en que el modelo que propugna la Superliga arriesga los principios de la solidaridad, equilibrio competitivo y la promoción del fútbol base.

Para ambos, las sanciones a las que se hubieran enfrentado los equipos participantes de seguir adelante -exclusión de competiciones como la Liga de Campeones- son legítimas para defender estos principios, que los tratados europeos y la jurisprudencia comunitaria consagran.

También la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) denunciaron que la Superliga busca una "foto fija permanente del fútbol europeo", dado que es un proyecto que preveía inicialmente plazas fijas para 15 de los 20 clubes participantes, entre los más ricos de Europa.

"La realidad demuestra que los clubes con más victorias históricas quieren reservarse una parte mayor de los beneficios económicos derivados de su explotación comercial", indicó la abogada de La Liga, Yolanda Martínez Mata.

Frente a la oposición frontal de estos representantes y de una veintena de Estados miembros -que no pudieron concluir este lunes sus intervenciones y seguirán mañana-, incluido el Estado español, la Superliga insistió en presentarse ante los magistrados europeos como una "alternativa al monopolio de la UEFA", cuyo papel doble de regulador y operador económico de las competiciones consideró problemático.

"Un sistema de autorización capitaneado por una empresa que es juez y parte siempre conducirá a una infracción de la normativa de competencia", insistió el abogado de la Superliga, Miguel Odriozola, que lamentó que la UEFA y la FIFA blandieran las sanciones antes de conocer los detalles del proyecto.

En el caso de que las autoridades de competencia opinaran que la Superliga sí infringe el derecho de la competencia, añadió el letrado, existiría entonces "la posibilidad de adaptar el proyecto a lo que resulte oportuno", según la legislación comunitaria.

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"¿Es concebible que una asociación como la UEFA pueda prohibir iniciativas europeas que tengan como objeto competir con la Champions? ¿Cómo es posible que intenten prohibir proyectos innovadores que intentan mejorar el modelo actual?", se preguntó, que lamentó que los clubes europeos, "los únicos que invierten y arriesgan" en esta iniciativa, no tengan hoy por hoy "la capacidad de controlar su destino".

La vista del caso continúa este martes a partir de las 9:30 hora local y quedará visto para sentencia a final del día, a la espera de una opinión no vinculante del Abogado General de la UE y de la sentencia final de la corte, que dictará la manera de proceder para el juzgado madrileño al que le llegó la demanda inicialmente.