Lamine Yamal, Unai y Oyarzabal, claves del pase a la final de la Liga de las naciones
La Selección española firmó el pase a su tercera final consecutiva en la Liga de Naciones derrotando en un partido frenético a Francia y en el que pasó de golear a dejarse llevar (5-4).
Fue un nuevo ejercicio de liderazgo de Lamine Yamal a sus 17 años, con un papel principal para las paradas en momentos clave de Unai Simón y la lectura ofensiva de Mikel Oyarzabal.
La comodidad de Lamine Yamal en la máxima exigencia
Si algo motiva a Lamine Yamal es un partido en el que siente todos los focos sobre él. El España-Francia se orientó a un pulso personal por el Balón de Oro con Ousmane Dembélé.
"Si nos lo tenemos que jugar el jueves, lo hacemos, aunque yo creo que es el premio a toda la temporada", llegó a afirmar con el mismo descaro en el micrófono que en los terrenos de juego.
5-4. España, de humillar a Francia a sufrir en un partido loco
Y pese a las continuas ayudas que diseñó Didier Deschamps para intentar frenar a Lamine Yamal, en alguna acción rodeado hasta por cuatro rivales, el jugador, que aún no ha cumplido los 18, lo volvió a repetir para convertirse en el gran temor francés.
Lo hizo en las semifinales de la Eurocopa 2024, con su golpeo a la escuadra para el recuerdo, y lo volvió a repetir en la misma ronda de la Liga de Naciones con un doblete de récord. El más joven que lo logra en la historia de la selección española.
Luis de la Fuente: “Firmo terminar todos los partidos así”
Si el Balón de Oro dependiese de un partido, Lamine Yamal ya sería el ganador, pero su mente está en cerrar su temporada con un nuevo título, el cuarto del curso, el segundo en su fulgurante caminar como internacional.
Del cara a cara con Dembélé, Doué o Mbappé, a citarse con una leyenda como Cristiano Ronaldo, que ya marcaba goles en la élite cuando él aún no había nacido.
Las paradas decisivas de Unai
El factor fortuna estuvo de parte de Unai Simón, aliado con la madera en disparos de Theo Hernández y Dembélé, y lo recompensó con paradas salvadora de las que impulsan a un equipo en momentos en los que es dominado.
Francia fue con valentía a por España, se estrelló con su portero, con dos manos abajo trascendentales a Doué y Dembélé, y fue castigada con la eficacia, verticalidad y pegada del ataque español.
España disputará su tercera final consecutiva de la Liga de Naciones
Unai demostró las razones por las que el debate de la portería no se abre dentro de la selección española. Es el portero de Luis de la Fuente por partidos como el de Francia.
Se jugó el físico en la última Eurocopa, que la ganó con una muñeca lesionada y, tras dejar su sitio a David Raya durante meses de ausencia, ha recuperado su mejor nivel para enterrar la duda del que la tenga o a los que reclamaron la presencia de Joan García.
"Unai siempre nos ha dado garantías. Ha sido un jugador que habéis maltratado en el pasado, cuestionado. Tiene condiciones fantásticas en el terreno de juego y fuera suma siempre. Se lo ha ganado y hay que reconocerle los partidos que ha hecho", destacó De la Fuente respaldando a su portero intocable.
El movimiento de Pedri
En esos momentos en los que emergió la figura de Unai Simón, con empate a cero en el marcador, De la Fuente realizó un ajuste táctico que fue trascendental.
La suplencia de Fabián Ruiz, por haber entrenador un solo día con el equipo tras proclamarse campeón de Europa con el PSG, provocó que su lugar lo ocupase Mikel Merino.
Los aficionados españoles toman el centro de Stuttgart
España no encontraba continuidad en la posesión ante la presión alta de Francia y el movimiento del seleccionador fue cambiar la posición de Pedri con Mikel Merino.
Encontró el premio de un nuevo gol de Mikel en su estadio fetiche, el Stuttgart Arena, sacando provecho de su crecimiento en área rival de su curso en el Arsenal.
Y acercó a Pedri a la creación para aumentar su peso en el partido. Desde ahí incluso robó, dio el paso al frente por sorpresa para el rival y definió con calidad en su gol.
La lectura ofensiva de Oyarzabal
La demarcación de 9 era una de las dudas por despejar en la decisión que tomase De la Fuente. Sentó al capitán, sin minutos para Álvaro Morata, y apostó por Mikel Oyarzabal, el autor del tanto de la final de la Eurocopa 2024, saliendo desde el banquillo. La razón, la defensa con bajas francesa y la forma en la que entendió que se le haría daño.
"Buscábamos generar espacios con Mikel. Interpreta a las mil maravillas el juego entre líneas y tiene claridad para dar pases cerca del área rival. También para hacer goles, es mi máximo goleador", explicó. En esta ocasión no le hizo falta marcar. Diseñó los dos primeros goles que dinamitaron el partido.
El primero en una acción de fútbol sala, dejando solo a Nico Williams. El segundo leyendo la pared que le lanzó Merino. Controles de calidad, acciones que desahogaron cayendo a recibir al centro del campo. Un gran partido de Oyarzabal.
La madurez de Huijsen
Ya no es noticia en la Selección española porque lo que hizo Gavi con Luis Enrique lo superó Lamine Yamal con De la Fuente en una selección en la que Pau Cubarsí también aparece y ahora Dean Huijsen.
Cumplió en abril 20 años, se estrenó en la eliminatoria previa a la final a cuatro ante Países Bajos, respondiendo ante máxima presión, y se graduó frente a Francia.
La nueva vida de Huijsen como jugador del Real Madrid en la Selección
Con el que será su compañero en el Real Madrid, Kylian Mbappé, como compañero de baile. Atento a Dembélé para dar ayudas a Marc Cucurella. Firme en el juego aéreo, brillante en la salida de balón, con buen pie en el pase, y marcando un gran gol que fue anulado por un fuera de juego de milímetros de Zubimendi.
"Es un futbolista con una madurez impropia a la edad que tiene", reconoció su seleccionador al que no le ha temblado el pulso para darle paso directo a la titularidad.
