La constancia del Real Madrid femenino puede 0-2 con el Vllaznia

El Real Madrid comenzó con buen pie su andadura en la fase de grupos de la Liga de campeones femenina al imponerse a domicilio a Vllaznia albanés por 0-2 en un duelo donde se encontraron hasta tres veces con el travesaño.

Conscientes de la obligación de ganar para tener opciones de clasificación en un grupo donde también están el Chelsea y el París Saint-Germain, las blancas salieron con el objetivo de sacudirse esa presión poniéndose pronto por delante. Para ello no pudieron contar con Caroline Weir, que se cayó finalmente de la convocatoria por unas molestias físicas.

Esa voluntad ofensiva trajo consigo ocasiones y muchos córners en la primera parte, pero no goles. El acierto de la arquera Williams-Mosier y el larguero, golpeado dos veces con un tiro de Zornoza y un cabezazo de Esther, fueron suficientes para salvar a un cuadro local que solo se acercó en un centro al segundo palo que no pudo cabecear Patterson por poco.

El contexto en el que se desarrollaba el duelo parecía frustrar por momentos a las de Toril, que encima volvieron a encontrarse con el travesaño una vez más en un lanzamiento lejano y sorpresivo de Zornoza al poco del paso por vestuarios.

Finalmente, la insistencia tuvo premio. Una excelente combinación de Gálvez, Zornoza y Esther dejó a la última de ellas sola en el área rodeada de contrarias. Poco le importó el tráfico de jugadoras contrarias a la delantera ya que con sangre fría pudo acomodarse para acabar remachando con comodidad.

Ya por delante, se vio a las madridistas más tranquilas pero sin renunciar a ampliar su renta. Tuvo el tanto en sus pies Zornoza, con un remate desde el interior del área que se marchó alto, pero quien acabó marcando fue Carmona al transformar un penalti cometido por Popovic sobre ella misma. Ahí murió el enfrentamiento para satisfacción del Real Madrid, que cumplió con los pronósticos y podrá centrarse ahora en los dos duros rivales que tiene por delante.