La Fundación Leo Messi ha creado un entramado para ocultar ingresos millonarios de sus patrocinadores que no son declarados y que, por lo tanto, no se puede acreditar que hayan terminado en proyectos sociales de ayuda a niños con problemas, el fin para el que se constituyó la ONG. Según el diario ABC, entre los años 2007 y 2015, la fundación ha enmascarado una buena parte de su facturación, no declarando ante los organismos competentes de España y Argentina al menos diez millones de euros.