Solo un partido, el fijado en el estadio de San Petersburgo este martes, separan a Francia del reencuentro con la historia y a Bélgica de convertirse en un equipo de leyenda. La apuesta es más que considerable para dos selecciones que han sobrevivido al devenir de Rusia 2018 y que han llegado hasta la frontera de la final. No es una situación nueva para ninguna. Pero sí formidable para las dos por poco habitual.