La selección española femenina de rugby 7 debutó en los Juegos Olímpicos con una derrota por 7-24 ante Francia, en el partido inaugural de la competición. El partido supuso el regreso de este deporte al programa de los Juegos después de 92 años de ausencia y en el que fue el primer encuentro de la historia de la competición en categoría femenina.
Francia siempre fue por delante en el marcador, hizo un partido consistente y aprovechó errores iniciales de una España que le costó coger ritmo. Las galas se adelantaron en el marcador primero en una carrera de Crassineau que pilló a contrapié a la defensa española y después lograron un segundo ensayo por en una jugada a la mano, que acabó apoyando Guerin.
El tercer ensayo francés llegó tras un saque lateral sobre la línea de 22 metros, que apoyó Ladagnous, que puso muy cuesta arriba el partido para el equipo español. El equipo dirigido por José Antonio Barrio reaccionó y logró reducir distancias por medio de Patricia García, que consiguió apoyar el balón justo en la línea tras un duro forcejeo y después transformó el lanzamiento.
Pero Francia demostró mayor fortaleza y cerró el partido con un último ensayo de Giglion, que deja la situación complicada para las españolas.