Veinticinco años ligado al Atlético. Toda una vida en rojiblanco. Dieciseis años como vicepresidente junto a Jesús Gil y nueve más como presidente. Cerezo llegó al club rozando los cuarenta, y en ese largo tiempo ha vivido momentos felices y otros dramáticos.
El mejor momento de estos veinticinco años fue sin duda el doblete del ochenta y seis. Y el peor, como decía Cerezo la intervención y el descenso. En las duras y en las maduras, en todo ese tiempo siempre prevaleció el sentimiento de la afición.
Veintinco años dan para mucho. Para haber disfrutado de cerca de algunos de los futbolistas más importantes en la historia del Atlético para haber representado al club en todos los ámbitos y hasta para haberse sobresaltado más de una vez.
La espina de Cerezo y de los atléticos es la de llevar dieciseis años sin ganar la liga, si bien en las tres últimas temporadas han logrado lo que nadie, cuatro títulos europeos. Y en plena euforia, los atléticos esperan más éxitos. Cerezo juega, el Atléti está en racha