Si hay que escoger un duelo de contrastes en el fútbol mundial, ése podría ser el de mañana en Brasilia: el gigante belga Thibaut Courtois, considerado por muchos el mejor portero del mundo, contra la Pulga argentina Leo Messi, que suma más de 300 goles en su carrera.
Los cuartos de final del Mundial entre Argentina y Bélgica ponen frente a frente a los dos mejores jugadores en su posición. Courtois, entre los tres palos, y Messi, en el frente de ataque -con permiso de Cristiano Ronaldo, Balón del Oro del 2013-.
El enfrentamiento de mañana será un capítulo más de la intensa refriega que han librado durante la última temporada. Un choque de contrastes no solo en las posiciones en el campo. Entre ambos distan casi 30 centímetros de diferencia en la altura: el 1,98 del belga, por el 1,69 del argentino.
El altísimo meta belga, estandarte del Atlético de Madrid, ya está habituado a medirse al genial Messi. Hasta en seis ocasiones en la última temporada.
Dos encuentros de Supercopa española, otros dos de Liga y otros tantos de Liga de Campeones se han saldado con un favorable 6-0 para Courtois. La Pulga no logró anotar en ninguna ocasión.
Con apenas 22 años, el arquero del Atlético ha liderado bajo palos la conquista del campeonato gracias a su sobriedad, colocación e inusual agilidad para alguien de casi dos metros de altura.
"Sé muy bien cómo parar a Messi. Lo enfrenté en varias definiciones con el Atlético de Madrid y le ganamos a Barcelona, aunque en esas ocasiones las derrotas no fueron culpa suya", ha declarado el meta, cuyo pase pertenece al Chelsea inglés.
El belga es un cerrojo también para su selección. En el actual Mundial ha encajado en cuatro partidos dos goles -uno de ellos de penalti ante Argelia y otro en la prórroga frente a Estados Unidos-. Solo Keylor Navas, ágil portero de Costa Rica y del Levante, le iguala.
Además de un seguro, es un auténtico amuleto. Con él bajo palos, Bélgica nunca perdió un partido. Ha representado a los Diablos Rojos en 21 ocasiones.
Pero Messi, uno de los mejores del Mundial con cuatro goles y asistencias cruciales, como la que dio a Ángel di María en los octavos ante Suiza, está listo para ensuciar esa inmaculada hoja de servicios.
En su tercer Mundial, el '10' de la Albiceleste es el faro. Respaldado unívocamente por sus colegas y por el seleccionador Alejandro Sabella, en el torneo de Brasil se le nota más cómodo que en ningún otro.
Se mueve con absoluta libertad en el frente de ataque gracias a los ajustes tácticos de Sabella que le permiten explotar su velocidad y letales diagonales a portería. La idea es que la selección se adapte a él y no al contrario. En Brasil, ha dejado marca con espectaculares tantos desde fuera del área. El de Bosnia, el de Irán o el libre directo ante Nigeria son ejemplo de ello.
Si el "enano frota la lámpara", como le describió el arquero argentino Sergio Romero, el gigante Courtois tendrá poco que hacer.
A pesar de que en la última temporada no ha logrado marcarle, Messi, de 27 años, ya lo consiguió en seis ocasiones en el pasado. Al portero del Atlético le hizo tres de una tacada en septiembre del 2011; uno, en febrero del 2012; y dos, en diciembre del 2012.