La Copa del Rey de Vela, en su 30º aniversario, ha finalizado en la Bahía de Palma, que ha reunido en el Club Náutico a toda la familia real y ha ofrecido a don Juan Carlos la doble satisfacción de recibir el homenaje del mundo de la alta competición y ver al "Bribón" despedirse con su sexto triunfo en esta prueba.
El príncipe de Asturias y la infanta Cristina han acudido esta mañana juntos al Náutico, en un automóvil conducido por don Felipe, para embarcar por última vez al frente de sus respectivos veleros, el "Hispano" y el "Aifos", con los que han intentado disputar la victoria en la categoría IRC-A al "Bribón" que en tantas ocasiones ha patroneado el rey.
Ya en alta mar, doña Cristina ha recibido los ánimos de su hermana, de su esposo, Iñaki Urdangarín, sus cuatro hijos y los dos de la infanta Elena, que se han acercado al "Aifos" a bordo de la lancha motora "Somni", con la que han acudido al campo de regatas para seguir de cerca la competición.
Es el segundo año que don Juan Carlos no embarca en el "Bribón", pero esta noche tendrá la oportunidad de entregar a su armador, amigo y tradicional compañero de navegación, José Cusí, la Copa con la que este barco, en sus sucesivas reencarnaciones, culmina una larga trayectoria de éxitos en la primera regata del Mediterráneo, antes de despedirse en septiembre de la alta competición.
Tras la llegada el pasado lunes del rey y de la princesa de Asturias, con las infantas Leonor y Sofía, la familia real al completo se ha reunido en el Palacio de Marivent en coincidencia con la semana de competición y la presencia de todos sus miembros en el Náutico ha sido más habitual que en ediciones anteriores.
El príncipe y doña Cristina llegaron al club el lunes acompañados por la reina, la infanta Elena, los duques de Palma y todos los nietos de los reyes salvo Leonor y Sofía, que acudieron al Náutico al día siguiente, junto a su madre, doña Letizia, y sus primas Victoria e Irene, en una segunda visita de doña Sofía. Además, la reina se acercó el primer día al campo de regatas a bordo de la "Somni" con seis de sus nietos, la infanta Elena e Iñaki Urdangarín, mientras que los príncipes y sus dos hijas cumplían el martes su cita anual en el Náutico como espectadores del cantautor mallorquín Jaime Anglada, compañero de tripulación de don Felipe.
El agradecimiento del Náutico y de la organización de la Copa a don Juan Carlos y al conjunto de la familia real por su implicación y apoyo continuo a esta competición quedó de manifiesto el jueves durante la emotiva cena conmemorativa del 30º aniversario celebrada en el club, donde el rey recibió una distinción honorífica por su contribución a la relevancia internacional de la regata.
Ante los 140 invitados asistentes, entre los que figuraban armadores, patrocinadores y regatistas de las distintas etapas de esta prueba deportiva, el presidente del Club Náutico, Matías Salvá, elogió a don Juan Carlos como "gran patrón" de una regata en la que siempre "ha marcado las pautas a seguir" y le hizo entrega de una Copa Honorífica. La celebración organizada en el Náutico fue además la primera oportunidad de ver juntos este verano en Mallorca a todos los miembros de la familia real, aunque la foto de grupo se repitió ayer con motivo de la recepción a las autoridades baleares en el Palacio de la Almudaina, donde se pudo ver a don Juan Carlos con una bota ortopédica en el pie izquierdo a causa de una tendinitis.
El rey, que inauguró su agenda oficial en Mallorca el pasado lunes al recibir al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y se reunió al día siguiente por primera vez con las nuevas autoridades baleares, volverá a aparecer en público junto al resto de la familia real esta noche en el recinto de Ses Voltes del Parc de la Mar para presidir la entrega de trofeos de la regata